Aún sigo impactada tras ver este conmovedor y extraordinario film, principalmente por su nivel de realismo, que traspasa la pantalla como nunca antes vi en una producción del cine catástrofe. El director español Juan Antonio Bayona ("El Orfanato") es el responsable de este film (100% producción española) que recrea la tragedia del tsunami que el Domingo 26 de Diciembre de 2004 azotó toda la costa Oeste de Tailandia al producirse un terremoto submarino de grado 9 en el Océano Indico que se llevó consigo 230.000 vidas.
"Lo Imposible", cuyo título -según propias palabras del realizador- hace referencia a lo desconocido en general, a aquello en lo que te supera y cuesta enfrentarte, no es la típica película dentro de este género, aquella que nos muestra el proceso de espera a la llegada de un desastre natural, sino que se centra en la historia real de una familia de origen español (los Álvarez-Belón, pero aquí son norteamericanos) que se encontraba vacacionando en un complejo hotelero cuando no una sino varias olas que alcanzaban los 30 metros, los sacudió junto a miles de extraños, los arrastró violentamente, los lastimó y finalmente, los separó.
A partir de ese momento, y en medio de la desesperación por lo ocurrido, los miembros de esta familia, encarnados por Naomi Watts (nominada a un Globo de Oro por este papel y no me alcanzan las palabras para describir semejante desempeño actoral), Ewan McGregor, Tom Holland (nominado a un Critics' Choice Award como mejor actor joven), Oaklee Pendergast y Samuel Joslin, emprenden la búsqueda mutua.
La primera mitad de la película, tras presentarnos a los personajes y la posterior escena del tsunami (rodada en un plató acuático ubicado en Ciudad de la Luz, Alicante), está contada desde el punto de vista de María y su hijo mayor Lucas, mientras que la segunda mitad está centrada en su esposo Henry, y sus otros dos pequeños hijos.
Es a través de los ojos de todos ellos que el espectador ve la destrucción y el sufrimiento que hay a su alrededor, la bondad y también la maldad (por suerte en menor porcentaje) que generan este tipo de situaciones en la que el ser humano no significa nada cuando la naturaleza se impone ante nosotros; y finalmente también el sufrimiento y el dolor físico de las heridas (algunas de ellas en carne viva) que experimenta especialmente el personaje de Watts.
Un drama impactante que nos arranca las lágrimas pero no desde lo melodramático, brillantemente actuado y con increíbles aspectos técnicos (fotografía, efectos, planos) que hacen que la historia nos atrape aún más. Si hay algo sumamente poderoso es la furia de la naturaleza, pero como bien señala el lema de la película, no hay nada más poderoso que el espíritu humano.