Y comieron perdices...
Dirigida en el año 2010 por la directora holandesa Hilde Van Mieghem, Locamente enamoradas (Smoorverliefd, 2010) consiste en retratar la vida amorosa de cuatro mujeres que viven bajo el mismo techo.
Judith, (Veerle Dobbelaere) Michelle (Marie Vinck) Bárbara (Wine Dierickx) y Eva (Aline Van Hulle) atraviesan distintas etapas en su vida. Las cuatro mantienen una relación familiar: Eva es hija de Judith, Michelle su hija adoptiva y Bárbara la tía de ambas, y juntas atraviesan situaciones que tienen como núcleo central al amor y al sexo.
Este film holandés parte de una estructura utilizada y reutilizada hasta el cansancio, de las cuales podemos nombrar algunos ejemplos como Amor de madres (Mother and Child, 2009), La Ronda (2008), y Con solo mirarte (Just by looking at her, 1999) que giran también en torno a la vida de distintas mujeres atravesando una crisis o a alocados problemas amorosos como ocurre en este caso.
Lo que hace destacar a Locamente enamoradas en su rubro de comedia romántica, es la forma en la que son encarados sus personajes femeninos, pero fundamentalmente se debe a los recursos técnicos utilizados para enriquecer la historia: El juego con el espacio y el tiempo, en donde por ejemplo el personaje de Bert solo puede mirar a su hija Michelle como cuando era niña, la forma en la que se presentan las relaciones entre los integrantes de la familia, (a través de animaciones y pantallas divididas) y la introducción del realismo mágico en diversas secuencias. Recursos sumados a la frescura y al desarrollo de sus personajes femeninos que consiguen destacar a esta comedia romántica sobre muchas otras.
El sexo en el film cumple un rol fundamental, en especial dentro de las secuencias que atraviesan Judith y Bárbara, mezclando el sexo con los sentimientos en más de una oportunidad. La influencia de Woody Allen sobre su directora Hilde Van Mieghem (Kafka, La verdad oculta) se refleja claramente con la utilización de los recursos señalados, e incluso el director es nombrado por uno de los personajes masculinos en una de las escenas. La voz en off que acompaña a estas historias, es la de Eva, la pequeña hija de Judith, que nos recuerda a la voz que brinda la hija del protagonista para narrar los sucesos que ocurren en su familia en Todos dicen te quiero (Everyone says I love you, 1996).
De todos modos, de los cuatro personajes femeninos, el personaje de Eva es el menos desarrollado e interesante y su historia bien podría haber sido eliminada, ya que su único aporte es el de incorporar al resto de las historias el punto de vista de un amor si se quiere mas ingenuo y fresco, que el atravesado por el resto.
El desenlace del film no presenta ninguna sorpresa y deja al espectador con la sensación de que la directora decidió recurrir al camino más fácil, y optar por el clásico “Y vivieron felices para siempre”. Así, Locamente enamoradas no deja de ser una comedia romántica, y como en toda historia del género, el amor siempre debe triunfar.