Anexo de crítica: Los Bastardos (2008) no pasa de ser una versión lavada y sumamente hueca de Funny Games (1997), ahora en clave de “inmigrantes ilegales mexicanos” (el discurso etéreo sobre la violencia posmoderna ha sido trabajado en innumerables ocasiones). El soporífero timing narrativo a la Andrei Tarkovski no se condice con un planteo ideológico muy escueto: la cosa podría haber mejorado si el realizador Amat Escalante -en vez de malgastar todo el presupuesto en la simpática escena final- hubiese contratado a actores profesionales. En síntesis, otro producto festivalero que exuda torpeza y demagogia...