Jake Szymanski, quien de a poquito se está metido en el mundo del cine pero ya está dentro del de la comedia hace rato (con algunos capítulos de series dirigidos e incluso la película hecha para televisión con Andy Samberg, 7 days in hell), dirige esta comedia norteamericana que apela a los recursos más básicos pero con la menor gracia.
Hablemos primero de los protagonistas. Zac Efron es más que un cuerpo moldeado, pero no siempre le permiten que pueda demostrarlo; bueno, acá estamos ante uno de esos casos. Anna Kendrick y Aubrey Plaza son dos actrices lindas y cool; bueno, acá son lindas pero son un desastre, no sólo por ser dos personajes que, como en realidad los cuatro protagonistas, no han encontrado aún qué quieren ser y no han podido convertirse en los adultos maduros que se supone que todos algún día tenemos que ser, sino que además de interpretar a personajes poco agradables lo hacen desde un costado innecesariamente exagerado, sin un atisbo de esa naturalidad o frescura que las caracteriza. Y por último, Adam Devine, el que menos se luce, y menos tiene con que (y no hablo a nivel apariencia física, sino de talento actoral), gesticulando hasta el extremo la mayor parte del film.
Hablemos ahora de la trama. Está basada en hechos reales. Bueno, está basada en un hecho real. Bueno, está basada principalmente en una anécdota. Dos jóvenes solteros deciden poner un anuncio en internet para encontrar cada uno una pareja a quien llevar para el casamiento de su hermana. Lo curioso es que el anuncio se viraliza y ellos consiguen sus cinco minutos de fama. Bueno, este detalle que genera la idea para esta película no se queda más que en eso, en un detalle. El guión no se aprovecha para nada de esto y gracias si le dedica también unos cinco minutos. En cambio, la idea termina girando alrededor de estos dos hermanos que en las fiestas suelen ser un desastre y arruinándolo todo, siendo forzados por sus padres para que lleven una pareja decente con la esperanza de que este casamiento pueda salir bien. Y claro, no va a salir nada bien.
Hablemos entonces del guión. De chistes que no funcionan y no van a funcionar no importa cuánto nos los quieran imponer. De líneas de diálogos sin gracia. De vueltas de tuerca predecibles. De escenas sin sentido que no aportan nada ni a la historia ni a la comedia. Porque lo cierto es que hay que decirlo, si bien es bastante básica no logra hacer reír tanto como uno esperaría. Y allí radica el peor de sus problemas.
Lamentablemente, Mike and Dave es una película que intenta ser provocadora pero se queda más bien sólo en lo vulgar y lo bizarro, lo cual no estaría mal si tuviera algo más que ofrecer. Su ritmo frenético ayuda a que se pase rápido pero el resultado es más bien una comedia floja y olvidable, que no logra acercarse por ejemplo a Los Rompebodas, a la cual refieren, o a Buenos Vecinos, la primera, en donde Zac Efron sí pudo mostrar su torso pero también que cuando quiere y cuenta con un guión a favor, puede ser memorable.