El cine alternativo invierte el orden de prioridades norteamericano. Va de lo particular a lo general, diametralmente opuesto a los tanques de Hollywood que inician con la casa productora, pasan a la elección del protagonista y después van buscando guionista y tapando agujeros, hasta lograr con el mismo nivel de porcentaje, fracasos o éxitos. En el filme francés `Los cinco diablos', un acierto magnifica al siguiente hasta quedar una original y gran película, incluso tratándose de un thriller fantástico, género propenso al delirio y al derrape.
La piedra basal es la dupla compuesta por Paul Guilhaume y Léa Mysius, quienes elaboraron un guion basado en una niña solitaria que tiene el don de recrear la historia a través de los olores. Eso la hace tener un pie en el presente y otro en el pasado que ella misma intenta descubrir o revivir.
Luego viene la delicada y precisa dirección de la misma Mysius, para poner el foco tanto en la pequeña Vicky (destacado trabajo de la actriz Sally Dramé) como en su madre Joanne (Adèle Exarchopoulos), quien desde el inicio demuestra que tiene muchos secretos escondidos en su desgano cotidiano.
MISTERIOS
Los minutos iniciales muestran una calma tan frágil como inquietante, hasta que la visita de la hermana del padre de Vicky, es decir su tía (Swala Emati), desestabiliza todo. Y se van descubriendo uno por uno los misterios que mantenía esta familia entre silencios, gestos obligados e inercia conyugal.
`Los cinco diablos' está delimitada por el detalle y a medida que transcurre la historia vamos entendiendo el porqué de las elecciones de la joven y talentosa directora (tiene sólo 33 años). La pasividad de sus actores no es descuido sino un gran trabajo de dirección; la elección de las energías, mayor en reparto y menor en los protagonistas, además de una provocación es un acierto total. Y así se configura un filme que nunca baja la expectativa, con una soberbia Adèle Exarchopoulos y el auspicioso debut cinematográfico de la pequeña Sally Dramé.
Un trabajo que ya se estrena siendo de culto. Sin duda, el tiempo lo pondrá en el lugar que merece.