Los desechables

Crítica de Juan Carlos Fontana - La Prensa

Los vínculos en plena crisis

Un guión con escaso vuelo que aporta más confusión, que claridad a los relatos, sumado a un equipo de actores poco convincentes cierran esta propuesta de Nicolás Savignone.

Nicolás Savignone propone un experimento cinematográfico, en el que un grupo de jóvenes y algunos mayores, protagonizan una serie de situaciones, que están ligadas a los problemas de pareja, la mentira y los conflictos laborales, o las falsas acusaciones de un robo que en apariencia nunca se cometió.
"Los desechables" está dividida en cuatro segmentos, o capítulos.

En el primero se observa a una chica y un muchacho, en el que él se despierta a la mañana y le llama la atención que la joven esté a su lado. La llegada del jefe del muchacho, cuando éste está a punto de salir, provoca una serie de malentendidos, en el que ambos hombres, intentan hacerle creer a la chica un pasado reciente en el que -le dicen- estuvo internada en una clínica psiquiátrica, aunque ella no recuerda el hecho.

ENGAÑO Y ESTAFA

El segundo segmento, también protagonizado por una pareja Amelia (Maida Andrenacci) y Leo (Francisco Benvenutti), refiere al engaño y una forma de estafa, que es armada por la madre y la hija, para hacerle creer al muchacho que debe casarse con la joven, porque está embarazada. Este es el más claro de los capítulos.

Poco después le sigue una situación en la que una actriz joven, junto a su marido, al que detesta y trata de humillar frente a los otros, espera la llegada de un director de cine y su mujer, los que vendrán a confirmarle si la contratan o no para que protagonice una película. Por último puede verse a los hombres de los tres capítulos anteriores, que se encuentran en una oficina, en la que uno de los jefes los acusa de haber cometido un robo y los incita a que confiesen quién de ellos fue, sin llegar a qué ninguno lo admita.

"Los desechables", tiene el formato de una comedia de equívocos, en la que se mezclan elementos del teatro del absurdo, para dejar en claro una crisis en los vínculos, en los que ni hombres, ni mujeres parecen lograr entenderse.

Un guión con escaso vuelo que aporta más confusión, que claridad a los relatos, sumado a un equipo de actores poco convincentes cierran esta propuesta de Nicolás Savignone.