Colaborador de Torre Nilsson y Favio y figura apreciada en el cine local, Rodolfo Mórtola no llegó a ver estrenado éste, su segundo film, rodado en San Luis en 2011, el año de su muerte. La melodramática historia habla de dos hermanos que dejan su tierra para estudiar canto lírico en la Capital, donde la aparición de una sensual cantante contribuirá a separar sus caminos. El film parece apuntar al clásico triángulo amoroso, pero pronto abandona esa vía para hacer hincapié en temas como el sacrificio y la fe (el mayor, elegido por ella, se niega a competir con su hermano y prefiere iniciar una búsqueda espiritual), mientras el menor, desairado, se entrega al alcohol y precipita el drama. El esfuerzo del trío actoral (se destaca Florencia Otero) no alcanza a disimular la pobreza del libro ni sus convenciones.