Los Hermanos Karaoke debutó en el 19° Bafici (2017), en el panorama de comedia, y sigue actualmente su recorrido todos los viernes de abril a las 21 hs en el Centro Cultural Recoleta. La película del Grupo Humus (el colectivo de artistas liderado por Agustín Gregori, Bernardo Francese e Ignacio Laxalde) es una propuesta entretenida, inteligente y por momentos desopilante. Ayi Turzi te cuenta por qué no te la podes perder.
Mía (Maru Zapata) y Simón (Agu Grego) son un dúo musical estrafalario: cantan covers en karaokes. Aunque en la vida real son pareja, se hacen llamar “Los Hermanos Karaoke”, recordándonos a la inversa a los Pimpinela. Andan en un auto destartalado que les falla cada dos por tres, visten de entre casa y llegan al hotel San Jorge, sito en un pequeño pueblo patagónico. Su idea es cantar en la cena show de Navidad y hospedarse allí, pero como la tarifa les parece excesiva (a pesar de ser accesible), deciden buscar un camping. Pero tampoco se quedan en el camping: en el camino se cruzan con un extraño que dice llamarse Alan (Bernardo Francese), y es una especie de chamán del marketing, que con argumentos de mercadeo comercial y marxismo ecológico, disfrazados de sabiduría ancestral, pretende separar a la pareja para quedarse con Mía.
La historia es sencilla y sin mayores pretensiones, y logra contarse de modo entretenido y llevadero. El humor está muy bien dosificado: no intenta ser una seguidilla de gags, sino que juega con lo inesperado. Desarrolla determinadas situaciones y después, de la nada, de golpe y sin avisar, un chiste que no te veías venir de ninguna manera. Sin abusar del recurso, las veces que lo utiliza es una carcajada genuina garantizada.
Las actuaciones de los tres personajes principales llegan a tener muy buenos niveles, sobre todo teniendo en cuenta la naturalidad con la que encarnan a personajes extravagantes, sobre todo Alan, el gurú. ¿Qué hace un tipo que con su amplio conocimiento en marketing instalado en el medio de la naturaleza? ¿Qué puede enseñarles a dos cantantes de karaoke que ni siquiera están muy seguros de quienes son ellos mismos? La naturalización de lo absurdo a través de las actuaciones refuerza las intenciones de la historia. Es que Simon y Mia quieren vivir de la música y creen que participar de karaokes es la mejor alternativa que tienen para darse a conocer. Completamente lógico, ¿no?
Además de la narrativa, Los Hermanos Karaoke tiene una identidad visual muy particular: los colores pasteles que visten los protagonistas juegan muy bien en sintonía con los marrones y verdes de los entornos, lo que además está sintetizado en su poster. Hay un énfasis en generar imágenes pintorescas pero absurdas que ayuda a que el universo propuesto por Grupo Humus sea absolutamente único y coherente.
Fresca, entretenida, con un humor desopilante muy bien dosificado que se sustenta en el montaje y en las actuaciones, y con una paleta de colores muy particular como broche de oro a la propuesta, Los Hermanos Karaoke se convierte en una pequeña gema atípica e imperdible.