VIEJOS SON LOS TRAPOS
Banco a Shyamalan, sí, sus tres últimos films son horribles (The Happening, Last Airbender y After Earth) pero a diferencia de muchos directores “hypeados” al extremo, Shyamalan conserva un estilo “vieja escuela” de narrar en imágenes y más allá de su gimmick “plot twist” ese estilo no lo pierde, a veces en favor de una buena película, otras no.
“Los Huéspedes” es una rareza en su filmografía, ya que toma el agotado género de “metraje encontrado” pero fiel a su pulso, le da su impronta. Nunca una película de este subgénero estuvo tan bien filmada.
Desde la perspectiva de una pre-adolescente aspirante a cineasta, la historia comienza cuando la madre la envia junto a su hermano a conocer a sus abuelos a quienes no les habla desde hace décadas.
La gracia de lo que muestra el film (y como lo muestra) es que cualquier cosa que haga un viejo puede lucir espeluznante en los ojos de un chico.
Más graciosa que terrorífica, a “Los Huéspedes” se le ven los hilos desde un primer acto donde ya se puede adivinar el final, pero el recorrido es tan entretenido que justifica el viaje.