M. Night Shyamalan vuelve a lo que sabe hacer. Después de “Sexto Sentido”, “Señales” y “La Aldea” había perdido el rumbo (“El Fin de los Tiempos” y “El Último Maestro del Aire” son un claro ejemplo), pero “Los Huéspedes” lo encuentra volviendo a sus raíces con una historia que combina el terror/suspenso con algo de comedia y toques escatológicos… Y que además nos hace pensar si queremos conocer a nuestros abuelitos por primera vez.
La trama, narrada en su totalidad con el recurso “found footage”, se inicia con una madre (interpretada por Kathryn Hahn) hablándole a la cámara filmadora de su hija y contando los motivos por los cuales se fue de la casa de sus padres siendo tan joven y por qué nunca más los vio o trató de contactar debido al enojo y el rencor.
Por una semana, Becca (buen trabajo de Olivia DeJonge), compenetrada en la tarea de filmar un documental sobre la triste situación de su madre, y su hermano menor Tyler (genial desempeño de Ed Oxenbould; se roba todas las escenas), un pequeño obsesionado con los gérmenes y con dotes para el rap, viajan hacia una remota granja en Pennsylvania para pasar una semana en la casa de sus abuelos, a quienes conocerán por primera vez. Mientras tanto, su amorosa madre, se embarca en un crucero con su nuevo novio.
Los niños se encuentran con Nana (Deanna Dunagan) y Pop Pop (Peter McRobbie). Al principio todo es tranquilo y dulce pero con el correr de los días, después de las 9:30 de la noche, los ancianos comienzan a mostrar comportamientos extraños, esos típicos de las películas de terror, que ellos mismos los atribuyen a cosas propias de la edad avanzada.
Si bien a Becca y Tayler les resulta inquietante, lo toman con calma y continúan filmando el lugar en el que creció su madre y realizando las entrevistas para el documental con el que Becca quiere recuperar la historia familiar del lado materno, ya que su padre los abandonó años atrás.
Más adelante, cuando el misterio se vaya revelando, el temor y la desesperación se apoderará de los chicos, quienes deben enfrentar una situación que los sorprenderá a ellos -y al espectador- debido a un giro inesperado. Con momentos ridículos e irónicos que provocan mucha risa (intencional por supuesto), pocos sobresaltos pero con un suspenso que se mantiene intacto, “Los Huéspedes” es una película muy efectiva y entretenida. Depende cómo se la mire.