Narrar la carencia
“Uno se vive preguntando cómo y para qué hacer cine”, reflexionan Iván Fund y Santiago Loza, codirectores de la notable y emocionante Los Labios. Tras consagrarse ganadora del premio a mejor director de la Competencia Argentina del BAFICI 2010 y del premio a las mejores actuaciones femeninas en la sección Un Certain Régard del Festival de Cannes del mismo año, se estrena en el Malba y la Sala Lugones, acompañado de una retrospectiva de la obra de Loza.
Tal vez contradiciendo cierta tendencia de un cine de observación, de pretendida objetividad, quienes dialogan (al unísono) con HC más abajo –Iván Fund y Santiago Loza- no se presentan como meros operadores audiovisuales que miran aquello que filman con distancia científica. Al contrario, son dos filmmakers apasionados que meten las patas en el barro para imbuirse del mundo que tomarán como objeto en su película, sudan a la par de ese tejido de relaciones del pueblo del Norte Argentino que retratan. Los labios es –antes que el dato sociológico que pueda leerse en su superficie- un intenso mosaico de cuerpos, rostros, miradas y texturas físicas que se revelan a los ojos del espectador no sin cierto señalamiento inédito: “así nunca fuimos observados”. Cuenta Iván Fund, que la historia que daría origen a Los labios “surgió de la experiencia de una prima que trabaja como asistente social y había vivido una historia que se asemeja en lo anecdótico: un grupo de mujeres que son enviadas a una zona inhóspita y alojadas en un hospital abandonado.”