Víctor Hugo volvió, en forma de thriller policial
“Los Miserables” es el debut como director de Ladj Ly en un largometraje no documental, y toma como punto de partida el cortometraje del mismo nombre que realizó en 2017 ya que tiene a los mismos protagonistas en esta adaptación muy libre de la obra de Víctor Hugo. La cinta tuvo su paso en el último Festival de Cannes, donde entró en la competición oficial, lo que representa una rareza porque las óperas primas no suelen ser elegidas para competir por la Palma de oro.
El comienzo de la película se sitúa en el día de la final del Mundial de Rusia 2018, donde la Selección de Francia se consagra campeona. Alegría y festejos se dejan ver en las calles entre personas de todas partes de París. Entre la multitud, se destacan niños y jóvenes que, luego de las celebraciones, deben volver a su cruda realidad marginal de las áreas más humildes de la capital francesa.
Después, el relato se centra en la incorporación de un nuevo policía a la Brigada de Lucha contra la Delincuencia de Montfermeil -donde se desarrolla la obra de Víctor Hugo-, que intenta imponer el orden en esa zona tan conflictiva. Rápidamente, sus métodos chocan y contrastan con el de sus compañeros. Mientras que el nuevo prefiere las formas más pacíficas, los otros toman decisiones más radicales y, en muchos casos, pasando el límite de lo legal.
La obra funciona por la gran labor en la dirección de Ly, con mucha agilidad detrás de cámara y un dron bien integrado al argumento. A esto se le suma el buen ensamblaje de las diferentes subtramas y las escenas de acción. La película se toma su tiempo y acumula tensión y dramatismo a lo largo de la misma, para explotar en un gran tercio final.
Con tintes de cine policial moderno, aunque predecible en algunos pasajes, “Los Miserables” trae un fuerte mensaje de denuncia social que impacta y conmueve por una conexión inevitable con la vida real.
Por Federico Perez Vecchio
Puntaje: 7,5/10