Esta producción de Los miserables es grandiosa por donde se la mire: la dirección, la puesta en escena, la ambientación, el vestuario, el reparto, las voces, las interpretaciones, la fotografía, las canciones, etc., pero es para amarla y salir con ganas de regresar al cine para verla de nuevo una y otra vez, u odiarla por las veces...