Centrando su historia en el incidente de Epecuén Los Olvidados da un enfoque en lo oculto sobre este territorio y juega con las posibilidades del horror. Dirigida por los hermanos Onetti, Los Olvidados sigue la historia de una crew de filmación buscando información y recordando los hechos pasados de Epecuén. El joven grupo de realizadores se mete de lleno en un viaje nostálgico buscando reconocimiento fruto de su documental; el problema es que detrás de la tragedia se esconde una necesidad voraz de venganza.
La película introduce al espectador a una historia que utiliza un lenguaje sádico y sin frenos desde el primer minuto. Los jóvenes protagonistas (Victoria Maurette,Victorio D’Alessandro, Agustín Pardella, Paula Sartor, Paula Brasca y Damian Dreizik) van de la mano sobre el manual de estereotipos de género; tenemos personajes que se hacen odiar en su primer línea de diálogo, también aquellos que sin exclamar una sola palabra dictan su destino. Los Olvidados sigue una línea de manual, de todas formas logra mantenerse erguida gracias a que utiliza – y juega – con elementos y mitología autóctona; es interesante ver cómo unas simples empanadas resultan extremadamente eficaces puestas en el lugar exacto, en el momento preciso, o como el lenguaje – o ocurrencias – de los diferentes protagonistas marcan una identidad argenta absoluta en la totalidad del film. Los Olvidados es terror argento sin discusiones.
La historia, que recuerda bastante a The Hills have Eyes del gran Wes Craven, posibilita un entretenimiento en el público local al tener semejanzas de clásicos del horror internacional, pero lo atractivo, lo que mueve, es ver cómo este largometraje busca encasillar piezas importadas y conseguir algo de totalidad local. En Los Olvidados tenemos una historia básica no obstante lo que da sus latidos críticos – y extremadamente positivos – es la locación.
Hay que destacar el apartado fotográfico de la película a cargo de Facundo Nuble, Los Olvidados se ve hermosa y logra exactamente lo que quiere sobre la visión de cámara. Estamos ante una película que muestra sin pelos en la lengua lo que la gente quiere ver; Epecuén posee un protagonismo absoluto, casi demostrando que los restos de ese pueblo turístico son parte vivas de un paraíso olvidado. Sangre y diversión visceral en grandes dosis se suman a lo antes mencionado y todo esto da como resultado una combinación ganadora en el cine de género.
Si quieren una película con un desarrollo rápido y accesible, que muestre el horror tras una tragedia local y explore nuevos horizontes en el cine de terror argentino, Los Olvidados es esa película. El 2018 es un gran año para el cine de terror en nuestras tierras.