Malena se reencuentra con Vicente, su ex, y le dice de todo. Acto seguido, renace el amor, o algo así. Mientras tanto, Vicente huye de matones que le reclaman dinero, roba relojes y toma cocaína en cantidades industriales. Por otro lado está Lucas, el novio más reciente de Malena, quien está intentando formar algo con Mariana pero no puede parar de pensar en Malena. Y, de repente, un embarazo. Lo que comienza como una comedia más bien disparatada y con mucho de rejtmaniana termina adquiriendo un aire de tragedia tanguera en el triángulo amoroso entre Malena (vaya nombre), Vicente y Lucas, que hasta incluye un intento de duelo en un bar típico.