You've got to be kidding me...
Machete (2010) nace de un falso trailer de Grindhouse (2007), con el que Robert Rodriguez intentó inventar un héroe latino a la vez que homenajeaba al cine Clase B. La película es un chiste en sí mismo, pero su triunfo radica en si logra llegar al espectador o no con dicha finalidad.
Es difícil digerir un film tan petético como Machete. La camada de producciones del estilo tarantinescas, que uno no sabe si van en serio o son producto de alguna deficiencia mental del realizador, de por sí son difíciles de digerir, y para complicar más el asunto llega esta película demasiado estadounidense, con una mirada demasiado xenofóbica, testosterónica y pochoclera, que sólo divertirá a los aficionados de Rodriguez y sus producciones 'sanguinarias-porque-sí' (con la cálida y refrescante excepción de Sin City).
Como decíamos, la cinta es un chiste. Es como si los realizadores se divirtieran haciendo el film, logrando que de rebote los receptores se contagien con eso. De por sí, ver a Danny Trejo mostrando los dientes cada vez que está enojado es patéticamente chistoso, así como ver a Michelle Rodriguez con un parche en el ojo o Robert De Niro corriendo como embolsado para escapar de un tiroteo. Eso, sin contar los desnudos gratuitos, la escena de sexo en la piscina y todas las escenas en que Lindsay Lohan se ríe de su drogadicción.
En definitiva, un gran chiste contado con clase... B. Hay mucho humor negro, bizarre, violencia extrema y una absoluta y anticipada carencia de porte cinematográfico. Todo está hecho para el deleite de los aficionados. Daba igual si Machete se hacía en VHS, con una camarita digital o lo que sea... el (des)propósito era ser ingenioso, respetar el estilo, y hacerlo bien. Y, mal que nos pese a los que buscamos un poco de juicio entre tanta fantochada, eso se logra con creces, a tal punto de que uno disfruta (en el tarantinesco e inocente sentido de la palabra) viendo a Machete matar, mientras soltamos incontables carcajadas en el proceso.