Función privada
La secuela del filme sorpresa de 2012 llega a las pantallas argentinas con su protagonista ahora convertido en una famosa estrella de Hollywood.
Cuando en 2012 Magic Mike llegó a los cines de Estados Unidos, sólo el público que sigue el cine de Steven Soderbergh y las pocas fanáticas del actor Channing Tatum y de los strippers esperaban algo de ella. Pero ocurrió uno de esos raros fenómenos del "boca a boca" que los veranos yanquis suelen fomentar y por eso el filme se convirtió en un mega éxito de taquilla que recaudó 167 millones de dólares... ¡con tan solo 7 (siete) de costo!
Con esas cifras, no es de extrañar que Tatum se convirtiera en cuestión de meses en el "hombre más sexy del mundo", según la revista CQ y el filme se convirtiera en una de esas producciones "de culto", por más que la temática sea la de la danza exótica y el circuito del dinero fácil.
Menos raro es que, en una época en la que las idead no salen con la facilidad de antes, el propio Soderbergh decidiera exprimir un poco más el jugo a estos personajes con una secuela que delegó –tras otorgarle el doble de presupuesto- en el director Gregory Jacobs, el responsable de Criminal, la remake norteamericana de 9 Reinas.
Y la verdad es que la "magia" de Mike sigue funcionando de la misma manera ya que el film se reinventa del drama romántico de la original en una clásica "road movie" (película de carretera) en la que varios de los protagonistas de la primera entrega emprenden el camino hacia una convención de strippers que se desarrollará en Miami y que puede tanto consagrarlos como enterrándolos en el más profundo de los pozos.
A pesar de encontrarse retirado, Mike acepta acompañar a sus amigos en un viaje que lo saque de una decepción amorosa que le dio un vuelco a su vida.
Y de esta manera se presenta ante el espectador un filme que comienza como una de esas producciones independientes que suelen cosechar premios en pequeños festivales pero que, poco a poco, se acerca al "mainstream" del cine norteamericano, con espectaculares coreografías, mucha música y show, mucho show.
Pero a pesar de la diversión en pantalla, el film requiere una distensión difícil de lograr en el público local respecto a los strippers, algo que se notó en la taquilla de la primera entrega que si bien no fue mala no alcanzó las cotas que si obtuvo el estreno en los Estados Unidos. Cabe destacar que Magic Mike se estrenó en el país a casi siete meses de llegar a las pantallas norteamericanas y en medio de una catarata de filmes nominados al Oscar.
En definitiva, ir a ver esta segunda tanda de strip tease puede culminar en una de esas charlas de pareja que terminan en "vos andá a verla que yo entro a esta de Hitman y te espero a la salida", o bien en un consentimiento mutuo que derive en un divertido momento juntos; o una excelente excusa para festejar una despedida de soltera o –por supuesto- de casada.