Disney es una cita obligada en cines, la magia que posee la empresa del ratón magnate llega a grandes y chicos; es una pasión sin límites de edad. Ahora la empresa aprovecha la moda de los live-action para exprimir hasta el último esfuerzo sus más grandes obras e innova implementando secuelas y el fueron felices para siempre milenario, poco a poco, va quedando en el olvido.
Llega el turno de la secuela de Maléfica (2014) película que pone a Angelina Jolie en primer plano después de un hiatus entre una notable dirección de películas (Unbroken, By The Sea y First They killed My Father) y su divorcio con Brad Pitt. Siempre es bueno ver a Angelina y sin dudas es de las pocas actrices que pueden llevar el título de «Flor de Actriz»; Jolie es tan buena en su trabajo que ver el retorno de su vision de Maleficent – nombre en inglés – es algo que eriza la piel. Hay que destacar que la primer película del 2014 no era tan buena pero con Jolie de first billed se permite recordar.
Ahora llegó la secuela y esta vez el guión a cargo de Micah Fitzerman-Blue, Linda Woolverton y Noah Hapster es una ramificación tan grande que Maléfica: Dueña del mal se instala entre en territorio de Danza con Lobos/Avatar. Además el constante uso de mensajes innecesarios hacen que la secuela se despegue de la oscuridad de su origen y evolucione a algo multicolor y desastroso que no termina de cerrar en ningún momento. Tal vez el alto mando necesita que la gente quiera Maléfica, pero vamos… no es necesario.
Secundada por Elle Fanning, Harry Dickinson, Sam Riley, Ed Skrein,
Chiwetel Ejiofor y Michelle Pfeiffer Maleficent: Mistress of Evil no funciona como una proyecto coral, Jolie opaca a todos. Además Michelle Pfeiffer ofrece una penosa actuación dando lugar a una posible nominación en los próximos Razzies por una vergonzosa sobreactuación mítica. Es un infierno ver el talento de Pfeiffer en esta forma.
Maléfica: Dueña del mal recurre al que fue de la vida pero hay veces que el misterio y el incitar a que el espectador imagine el futuro es mucho mejor que forzar la historia y derrapar en el intento. Valoración: Regular.