No hay dudas del potencial cinematográfico que ofrece el Delta del Paraná. Lo supo Lucas Demare, cuando filmó Los Isleños, y luego más directores, sobre todo a la hora de contar historias policiales. Todos Tenemos un Plan, protagonizada por Viggo Mortensen, es un ejemplo reciente. Sin duda, un paraje ideal para crímenes e intrigas al margen de la civilización, en un territorio que parece vivo, dispuesto a devorarte.
Si hay un director que conoce el entorno y la manera más personal de plasmarlo en una película, ese es el cineasta y periodista Paulo Pécora. Allí filmó El Sueño del Perro, su ópera prima, y también su más reciente largometraje: Marea Baja.
Pascual (Germán de Silva) llega al Delta. Se trata de un ladrón que se propone escapar a Uruguay, no sin antes permanecer un tiempo allí, en busca de otro botín escondido en algún sector de la selva. En esos días también se dejará consumir por sus adicciones y tormentos, y entablará relación con dos mujeres solitarias (Susana Varela y Mónica Lairana), quienes le dan alojamiento y comida. Sin embargo, él sabe bien que la tranquilidad no durará demasiado, que sus perseguidores están cada vez más cerca.
Un policial, con elementos de western, contando muy al estilo de Pécora. En El Sueño... y en sus cortometrajes, queda patente una preocupación por crear climas. Aquí predominan ambientes opresivos, logrados por una cuidada utilización de imágenes metafóricas (la mayoría relacionadas con insectos y cabezas de animales) y de sonidos (los zumbidos de mosca, como señal de que la Muerte es parte del lugar). Incluso en los momentos apacibles hay un importante grado de tensión. Lejos de quedarse sólo en esos recursos para generar sensaciones, el director nunca descuida la narración, aunque sin estridencias y recurriendo a una mínima cantidad de diálogos. Incluye una secuencia de disparos en la jungla que nada tiene que envidiarle a Michael Mann, otro cineasta que filma westerns en claves de film noir.
Al igual que en su película anterior, Pécora nos presenta a un individuo misterioso que llega al Delta huyendo de algo. Otro papel a la medida de Germán de Silva. Si bien ya tiene una trayectoria en el cine argentino independiente, o de presupuesto bajo o mediano (a las órdenes de Pablo Fendrik y Rodrigo Moreno, entre otros), pronto lo veremos en uno de los episodios de Relatos Salvajes, en una tarea a la altura del reparto estelar del nuevo film de Damián Szifron. En cuanto al elenco femenino, los trabajos de Susana Varela y de Mónica Lairana contribuyen a conformar un triángulo anticonvencional, conformado por perdedores sin las mejores perspectivas.
Si se busca un thriller intimista, que evite los lugares comunes, lejos de la urbe, en los dominios de la naturaleza, donde las leyes son una broma de mal gusto, Marea Baja da en el blanco. Una interesante alternativa en esta temporada de efectos especiales y espectacularidad a granel, y la muestra de que el Delta del Paraná es una fuente inagotable de historias.