Mario (Mike Amigorena) está en una situación complicada, con más de 40 aún no encuentra estabilidad en el plano laboral y sentimental. Se gana la vida haciendo degustaciones de alimentos y ocasionalmente cantando covers de Sandro en eventos privados. Hace tiempo está separado, su mujer (Leonora Balcarce) tiene una nueva pareja (Rafael Spregelburd) y su hijo adolescente Lucas (Roman Almaraz) ya no quiere verlo. Pero el destino parece ofrecerle una oportunidad única para encarrilar todo: justo en el día pactado para pasar con su hijo, su mejor amigo y manager “El Oso” (Iair Said) cierra una mini-gira de presentaciones durante todo un fin de semana que culmina en Santa Teresita con un show que promete ser trascendental para la carrera musical de Mario. De esta manera los tres inician el viaje hacia la Costa. Un viaje cargado de tensiones y reproches pero que se irá convirtiendo en una gran aventura.
Mario On Tour es una comedia sobre relaciones humanas, es una road movie con los mejores elementos del cine indie americano (anti-heroes, familia disfuncional, adolescente en pleno coming of age) y también es un retrato sensible y emotivo sobre la paternidad y la persecución de todo aquello que nos apasiona.
El guion, a cargo del director Pablo Stigliani tiene situaciones muy divertidas y un ritmo siempre entretenido sin abusar de gags ni remates disparatados. La película mantiene un tono más bien sentimental y tierno apoyado en un trabajo consagratorio (al menos, en cine) de Mike Amigorena, que logra transmitir toda su carga emocional solo con su mirada.
Gran acierto de Stigliani en mantener en ese registro a Amigorena, que siempre encuentra grandes frutos en su histrionismo pero en este caso, con un trabajo absolutamente distinto llega a un resultado sublime. La otra gran sorpresa es el joven Roman Almaraz, su personaje es el que más mutaciones va sufriendo a lo largo del viaje y logra una performance estupenda, generando en el espectador desde bronca hasta lágrimas.
Por último hay que destacar el trabajo de Iair Said, que es el generador de todas las risas. Quienes lo hayan visto en la serie web “Eléctrica” o en la joyita perdida “Acá Adentro” (creo que solo se vio en BAFICI) sabrán que es un maestro del humor, con su postura naif, gestos mínimos y una entonación pausada y profunda absolutamente todo lo que hace es desopilante.
Técnicamente impecable, la película brilla gracias a tres pilares: un guión que encuentra un equilibrio perfecto entre humor y emoción, un elenco de lujo donde todos se lucen, incluyendo algún cameo inesperado y un trabajo fantástico en la composición de la música original a cargo de Patricio Alvarado y en la selección de temas interpretados con gran talento por Mike Amigorena (que canta mejor que Ryan Gosling en La La Land). Imperdible, una de las joyitas del último BAFICI y sin dudas una de las mejores películas nacionales de este año.