Basada en la novela The mountain between us, escrita por Charles Martin, llega a las salas de cine Más allá de la montaña, dirigida por el palestino Hany Abu-Assad.
La trama se centra en la fotoperiodista Alex Martin (Kate Winslet) y el neurocirujano Ben Bass (Idris Elba), dos desconocidos que se ven obligados a solicitar el servicio de una avioneta privada luego de que el vuelo que debían tomar fuera cancelado a causa de una tormenta. Con el piloto Walter (Beau Bridges), la pareja emprende el viaje: ella para llegar a su boda, él para la operación de un niño. Todo parece marchar bien hasta que, en medio del recorrido, Walter sufre un infarto y la avioneta termina estrellándose en una montaña. Varados en medio de la nada, y con el perro del piloto fallecido como única compañía, los protagonistas deberán hacer lo posible para sobrevivir.
Atascados en una zona montañosa con temperaturas bajo cero, y con pocas provisiones, los protagonistas comienzan a mostrar sus diferencias a la hora de resolver el conflicto. Mientras que Ben se muestra más conservador y asegura que lo ideal es quedarse en el lugar del incidente, Alex -quien resultó malherida de una pierna-, insiste en que la solución es salir en la búsqueda de ayuda.
El primer desacierto de la película es la falta de consistencia en su narrativa. Con un personaje malherido, un perro a su cuidado y las constantes amenazas que presentaría un entorno similar, resulta inverosímil la resolución de su trayecto. En muy pocos momentos los protagonistas realmente parecen estar en peligro alguno y, la idea de que se está frente a una película, se hace presente constantemente.
El otro punto ineficiente (y lo peor del film) es el romance hollywoodense que decidieron incluir en Más allá de la montaña. Dejando de lado lo que parecía ser la trama principal, la historia toma un nuevo foco: un romance completamente forzado entre los protagonistas. Si bien uno nunca sabe dónde va a encontrar al amor, la realidad es que acá se da de una forma tan abrupta y carente de sentido que resulta imposible tomárselo en serio.
Más allá de la montaña podría haber funcionado -y hasta cierto punto (ya que habría que eliminar ciertas inverosimilitudes)- si el foco hubiese estado puesto en la supervivencia, pero insistieron en poner énfasis en un romance que por momentos se asemeja al de dos adolescentes encaprichados.
Con sus dos focos principales fallidos, las actuaciones de la carismática Winslet y del multifacético Elba son lo único que logra ayudar un poco a un guion que hace agua por donde se lo mire. Sin embargo, una película no se vale sólo de la buena interpretación de los actores y, por mucho esfuerzo que ellos hagan, difícilmente puedan resolver una situación que ya no está en sus manos.