Las Barden Bellas están de regreso en esta segunda entrega de “Ritmo Perfecto”, la exitosa comedia musical del año 2012 basada en el libro “Pitch Perfect: The Quest for Collegiate A Cappella Glory”, escrito por el periodista Mickey Rapkin, el cual le brinda a los lectores detalles de la subcultura de los cantantes a capela y explora la proliferación de estos competitivos grupos de aficionados que surgen en los “Clubs Glee” de las escuelas secundarias.
La trama de la continuación dirigida y producida por Elizabeth Banks (quien retoma su papel como la comentarista Gail), toma lugar tres años después del primer film, con las Bellas liderando el mundo de las competencias a capela. Pero, como no podía ser de otra manera, el inicio de la película encuentra a las chicas siendo nuevamente protagonistas de un vergonzoso escándalo durante una presentación televisada. En este caso, frente al mismísimo presidente de los Estados Unidos, Barack Obama.
Beca (Anna Kendrick), Chloe (Brittany Snow), Fat Amy (Rebel Wilson), Stacie (Alexis Knapp), Lilly (Hana Mae Lee) Cynthia Rose (Ester Dean), Flo (Chrissie Fit), Ashley (Shelley Regner) y Jessica (Kelley Jakle) son vetadas del circuito universitario, lo cual hace peligrar su oportunidad por defender sus tres títulos nacionales y -por tanto- pueden perder su armonía para siempre.
Para limpiar su nombre y recuperar su estatus, tienen una oportunidad que parece imposible: ganar el Campeonato Mundial de A Capela en Copenhague, Dinamarca, que ningún equipo norteamericano ha ganado (porque “nadie quiere a los Estados Unidos”, bromea el personaje de John Michael Higgins). Las chicas deberán dejar todo atrás y enfocarse en su preparación y en unirse como hermanas para demostrar una vez más que son las mejores.
En su camino hacia la redención, se suma una nueva integrante llamada Emily (encarnada por Hailee Steinfeld), cuya madre es una prestigiosa ex-Bella (Katey Sagal) que se integra al grupo al igual que sucedió en la anterior con el personaje de Kendrick, quien sigue tratando de abrirse camino en el mundo de la música para llegar a ser productora discográfica. Aquí acepta una pasantía en un estudio sin decírselo a sus “hermanas” y las cosas se complican cuando considera que es más importante pensar en el futuro, luego de su graduación, que en las competencias de canto.
La película vuelve a presentar fragmentos de batallas musicales y mash-ups, de los que también participan sus amigos The Treblemaker, liderados por Jesse (Skylar Astin), novio de Beca, y hasta los Green Bay Packers (el equipo de fútbol americano), que tienen un cameo. El principal rival de las muchachas son los alemanes de Das Sound Machine, un grupo gótico integrado por Kommissar (Birgitte Hjort Sørensen) y Pieter Krämer (Flula Borg).
A lo largo de estos duelos, suenan covers de Pitbull, Miley Cyrus, Muse, Beyonce, Nicki Minaj, Montell Jordan, K.C. And The Sunshine Band Sisqo y muchos más. Por supuesto que no podía faltar una nueva versión de la pegadiza canción “Cups” en uno de los momentos más sensibles para las chicas, en medio de una fogata mientras están de retiro.
Esta segunda parte (ya se confirmó que habrá una tercera para Julio de 2017), funciona al mismo nivel que la primera y con una historia, guionada nuevamente por Kay Cannon (“30 Rock”, “New Girl”), que se sostiene y no decepciona. Si bien todas las chicas nos vuelven a entregar momentos muy divertidos, las que vuelven a destacar con mucho timing para la comedia son Kendrick y Wilson. Un film muy disfrutable. ¡Ya esperamos por el que viene! ¿Falta mucho Pitches?