Otra más de ricos y famosos
Miller es un multimillonario famoso, tapa de la revista Forbes, que cumple 60 años y su vida le sonríe. Tiene la familia perfecta, la mujer ideal, la empresa que todos codician y hasta se da el lujo de tener como amante a una artista bellísima y más joven. Pero, obvio, nada es lo que parece. Los millones de Miller es dinero mal habido, oculto durante mucho tiempo, hasta que de pronto todo se derrumba. Un accidente caótica no estaba en los planes de Miller (interpretado correctamente por Richard Gere) y sus planes a futuro, así como su imagen pública, van camino a complicarse. El filme del debutante Nicholas Jarecki cae en baches insostenibles por diálogos soporíferos, que van en detrimento de una dinámica ágil para sostener la trama. Y esa falta de ritmo echa por la borda las buenas actuaciones de Susan Sarandon y hasta de Tim Roth, aunque hay que admitir que es más disfrutable en personajes más oscuros. La resolución es previsible y la película termina siendo otra más de ricos y famosos que engrosa la lista de la industria del cine norteamericano. A Jarecki le faltó compromiso con la composición de los personajes, que le hubiese servido para darle algo de carácter a la historia.