La vida intima de las mujeres que huyen del prototipo de princesa o heroína para mostrar el lado más humano y menos rosa de la femeneidad, es el tema recurrente de Ana Katz, directora y actriz de Mi amigda del parque.
De la maternidad y otros demonios
mi amiga del parqueAsí como en su película anterior, Una Novia Errante, nos chocamos con una mujer que es ridículamente abandonada por un novio en el ómnibus camino a pasar unos días de vacaciones, en Mi Amiga del Parque una de las primeras escenas que vemos es a Liz (Julieta Zilberberg) madre primeriza de 34 años que llora desconsolada en la ducha, mientras su bebe de sólo unos meses la espera en el baño, sentado en su cochecito respondiendo a las esforzadas morisquetas que Liz alterna entre llanto y llanto.
La historia de Liz es la historia de una chica que no es madre soltera pero lo parece, que es una profesional con una carrera ascendente pero no lo parece y que se hace nuevas amigas que tampoco parecen tal.
La dependencia física de un bebé, la imposibilidad de dar la teta, la culpa y la mirada ajena son las luchas que atraviesa Liz internamente, mientras por fuera se debate entre entregarse o no a la amistad y los pedidos de las extrañas hermanas R: Rosa (Ana Katz) Y Renata (Maricel Álvarez) a quienes conoce, junto con otros padres, en su ida habitual a la plaza; Con su marido Gustavo (Daniel Hendler) que está de viaje en Chile filmando un documental y su papá que le recita frases de Nicanor Parra en el celular, los personajes masculinos aparecen con el peso de su ausencia y se agradece. La niñera Yasmina (en las manos de una acertada Mirella Pascua) la acompaña desde el cuestionamiento, a criar a su hijo y le permitir tener espacios lejos de su hijo.
Con una luz que por momento embellece los exteriores tan bien elegidos en Montevideo, Mi Amiga del Parque, no es una comedia sobre las mamis de la plaza o del jardín, sino una mirada intimista sobre una mujer que se desprende de la ilusión de instinto maternal para cuestionarse, de la manera más sensata, su capacidad sobre el cuidado de algo “tan, tan, tan, pero tan chiquito” como es su hijo Nicanor. Y que en el camino se encuentra con mujeres muy diferentes que conviven, encarnan y sufren los mismos miedos.
Conclusion
Una pincelada firme sobre un mundo que el cine no ha tenido en cuenta, un muy buen trabajo de Julieta Silberberg en la actuación y de Ana Katz en el desarrollo de personajes extraños, oscuros y tiernos, que conviven de manera armónica con el arquetipo de las familias de la plaza y los compañeros de trabajo. Aunque por momentos a la historia le cuesta sostener la acción y cuestiona la veracidad de algunas decisiones de Liz, Mi Amiga del Parque es original, atractiva y un muy buen exponente del cine nacional de estos tiempos.