“Mi amigo Enzo” es una película familiar, que sigue una línea parecida al film que protagonizó Richard Gere, “Siempre contigo”. Basada en la novela “The Art of Racing in the Rain” del autor Garth Stein, está protagonizada por Milo Ventimiglia, Amanda Seyfried y Kevin Costner, en los papeles principales.
Dirigida por Simon Curtis y escrita por Mark Bombark, cuenta la historia de una familia vista a través de los ojos de un can. Enzo es un perro con objetivos: anhela reencarnar para siempre, recordar a su fiel amigo, su amo, y toda su familia, porque es un perro feliz. El perro, por supuesto, es entrañable y casi humano, de esos cuyos dueños suelen decir: “solo le falta hablar”.
La cinta cae más en el drama que en la comedia aunque se venda como comedia dramática. Presenta pocos gags, algunos efectivos y otros pobres. Al menos para aquellos que consideran a la mascota como uno más de la familia, entretiene e identifica. Es sensiblera, pero si uno ama a los animales esto es un detalle menor.
El problema está con los espectadores que no entablan esa relación con sus mascotas. El guión es original, cuenta la historia de un hombre, de sus sueños y deseos, que de alguna manera comparte primero con su perro y después con la familia que logra formar. Hace un paralelismo entre la vida de este hombre como corredor no tan exitoso pero con muchas probabilidades de éxito, con sus deseos como padre de familia. Obviamente algunas curvas en la vida aparecen de repente, no así en la pista y todos los sueños y deseos trastabillan. Parece que en el film nada es tan perfecto o ideal; tal vez como la vida misma. Y es en las vicisitudes tremendas donde se ve la naturaleza de este vínculo hondo que une a todos, inclusive al can.
La fotografía y el montaje son dignos de destacar y juegan un papel preponderante, hace mucho más atractiva a la cinta. Los personajes fluyen y la construcción de los personajes secundarios consiguen un papel de mayor peso en el film.
A lo lejos se ve que es un libro convertido en película. Es apta para quienes gustan de las adaptaciones de los libros a films y para quienes entablan vínculos fuertes con sus mascotas: entretiene y hace llorar. Para los espectadores que no reaccionan de la misma manera, van a pasar un buen momento y la música los transportará a años anteriores y al meollo de la historia.