Alegría amarilla
Cuando en el año 2010 se estrenó Despicable Me (Mi Villano Favorito), el público le tomó cariño a las criaturas amarillas que acompañaban a Gru, el malo en cuestión. Pero, ¿son mutantes? ¿extraterrestres? ¿bananas?. Algo de ese misterio se termina de resolver en esta nueva película en la que ya no son más personajes secundarios.
Desde su creación tuvieron por objetivo estar bajo las órdenes de grandes villanos, pero no tenían éxito debido a su torpeza. La suerte comenzó a cambiar cuando encontraron a su nueva líder: Scarlet Overkill, quien en la versión doblada es interpretada por la cantante Thalía.
El film está correctamente ambientado en todas las épocas por las que pasa, con colores brillantes e inclusive vestuarios acordes. Otra cosa a destacar es la musicalización, que seguramente los padres y los abuelos de los pequeños espectadores van a saber apreciar.
Las secuencias tienen los gags justos y necesarios y a diferencia de Despicable Me, no hay grandes momentos emotivos, si no que predominan la acción y la aventura. Por otro lado, el lenguaje Minion, por más que no se entienda casi nada, se lleva todas las risas del público que ya los adoptó hace un par de años.
De por sí una película únicamente de Minions, hubiera entretenido los primeros 15 minutos y nada más, por lo que agregarle un nuevo villano, es un acierto, aunque por momentos el argumento se cae. De todas formas, hacerle un análisis de estructura a una película infantil que cumple el objetivo de entretener, no importa demasiado.