El universo de la furia.
Es de sabido conocimiento que no es nada sencillo estrenar películas argentinas en cine a nivel comercial, por lo que muchas obras lo hacen bastante después de haber sido mostradas en otro tipo de circuitos, como los festivales u otro tipo de muestras. Este es el caso de Mujer Lobo de Tamae Garateguy, especie de film maldito que se vio hace más de un año en el BAFICI 2013 y que ya en ese momento sorprendía tanto por sus logros visuales y narrativos, como por su anarquía al momento de exponer un mundo tan fantástico como realista, en dónde surgían diversos acontecimientos bestiales.
Como en Mala de Israel Adrián Caetano, en Mujer Lobo un grupo de distintas actrices (tres en este caso) representan al mismo personaje: una asesina que llama la atención por su excentricidad y belleza. Con una impecable fotografía en blanco y negro, la realizadora argentina construye una historia atrapante que explora los más oscuros climas de un mundo desquiciado para provocar una especie de hipnosis al encerrar los hechos en un submundo tan grotesco como real.
Frenética y apasionante, Mujer Lobo expone un relato que va mutando entre el terror, el policial y lo trash para redondear un film de sumo interés: fuerte por sus logradas escenas de sexo y violencia, y pintoresca a la hora de retratar a una Ciudad de Buenos Aires dentro de un universo caótico y desesperante. A través de imágenes de un gran atractivo y un montaje más que logrado (que hacen que la película tenga un ritmo descomunal), con este nuevo trabajo su realizadora -quién antes había dirigido Pompeya- se impone como una de las mejores exponentes del emergente genero fantástico o de terror en Argentina.
Sin dudas, con Mujer Lobo Garateguy logra un film imponente tanto desde el plano visual como narrativo y que -sobre todas la cosas- debía ser estrenado, porque obras del tal factura no se ven tan seguido en la cartelera nacional.