Desde la aparición de Plaga Zombie, en 1997, el cine fantástico argentino fue creciendo de manera lenta pero poderosa. De películas caseras, hechas sin dinero pero con sobrada pasión y talento, fue evolucionando a producciones más ambiciosas y cuidadas tanto desde lo formal como en lo referente a los guiones. Concretamente dentro del terror, Daniel de la Vega y Adrián García Bogliano se fueron haciendo de un nombre gracias a obras oscuras y perturbadoras, que trascendieron fronteras e inspiraron a otros cineastas. García Bogliano le supo añadir giros y elementos que le daban toques de originalidad. Un camino similar es el que tomó Gabriel Grieco con Naturaleza Muerta.
Jazmín (Luz Cipriota), una joven y ambiciosa periodista de televisión, llega a un poblado para una nota sobre el efecto invernadero, pero enseguida se interesa por cubrir un hecho más llamativo: la misteriosa desaparición de una muchacha de la zona. Pronto dará con un heterogéneo grupo de personajes, algunos a favor del veganismo, otros cultores de la carne… y en el medio, más desapariciones, más asesinatos y un individuo con el que no te gustaría cruzarte.
Con larga trayectoria haciendo cortos, videoclips y avisos publicitarios, Grieco se despacha con su ópera prima, en donde deja en claro su fanatismo y entendimiento del suspenso y del terror; los momentos de tensión y de violencia son buenas pruebas de ello. El director mezcla una intriga en un ambiente rural -contexto que suele darles un clima especial a estas historias- y el cine slasher, ya que aparece un asesino enmascarado del estilo de Michael Myers (Noche de Brujas), Jason Voorhees (las secuelas de Martes 13) y Leatherface (El Loco de la Motosierra y sus continuaciones). Un verdugo que, lejos de masacrar libremente a quien tenga la mala suerte de cruzarse en su camino o a jóvenes con hormonas en ebullición, extermina con un propósito concreto, inusual… y hasta de carácter militante.
Luego de un prólogo aterrador y de un comienzo interesante, deudor del más inspirado Dario Argento, la película se concentra en su faceta más policial, pero cae en una extensa meseta narrativa, de la que logra levantarse gracias a una serie de secuencias gore. Luz Cipriota es toda una revelación como scream queen, en un elenco donde también participan Nicolás Pauls, Amin Yoma (también coguionista y productor), Juan Palomino y Nicolás Maiques. Aún con sus fallas, Naturaleza Muerta es la prueba de que el género fantástico nacional no detiene su marcha y que puede sobresalir cuando se le suman vueltas de tuerca poco habituales en un género donde, aunque no lo parezca, aún es posible intentar algo novedoso.