Catalina Dlugi (El portal de Catalina):
Dirigida por Verónica Gentile se transforma en una fábula que acompaña la transformación de una adolescente en su llegada la adustez. En un tono fresco, ingenuo se mete en la cabeza de la protagonista, su amigo del alma, y en las fantasías de independencia y emigración de la protagonista. El título alude a un comienzo de bullying hacia Candelaria que ella como autodefensa transforma en una amiga imaginaria que alienta su costado más rebelde, su lado más salvaje. Rodada en Posadas y en Buenos Aires. Mantiene el tono leve sobre el cambio, la toma de independencia, los límites hacia unos padres sobre protector. Un tono cándido por momentos, pero valido.
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