Padres al rescate.
Se acercan las vacaciones de invierno, hay que hacer espacio para que ingresen los estrenos dedicados al público infantil, pero a la vez hay que tirar todas las sobras que la temporada anterior dejó, y es aquí donde entra No me las toquen.
Viviendo en una época como la que se transita hoy en día, con el nuevo rol de las mujeres en el mundo y todas las discusiones que se suscitan alrededor del poder de decisión sobre su cuerpo, no es casual ver cintas que apelen a la moral y a las buenas costumbres que los padres han intentado inculcar a lo largo de las generaciones, pero cuando se cruza el umbral de la trivialidad y la tontería, ya es un problema.
La premisa es la siguiente: tres padres que se conocen desde que sus hijas eran pequeñas descubren que, durante la noche de graduación, ellas tendrán su primer encuentro sexual, algo que no les cae nada bien y deciden buscarlas para impedírselo.
Al ser una comedia que busca ridiculizar la sobreprotección de algunos padres, junto con todos los rituales de iniciación que practican los adolescentes de hoy en día, no se puede esperar más que eso: situaciones absurdas. La cuestión es que el guión ya ni se molesta en darle un marco coherente a las acciones que se llevan a cabo, al punto de demonizar el proceder de las chicas, pero tomar con absoluta tranquilidad la decisión sobre su sexualidad (como ocurre con una de ellas). Fuera de eso, todo el resto de la película es una seguidilla de situaciones trilladas, sin sentido y vistas hasta el hartazgo, a tal punto que ya ni gracia producen.
Si quisiera encontrar una sola cualidad que pueda redimir este proyecto de comedia fallido, no lo conseguiría. Tanto las actuaciones de los padres (ni hablar del trío de amigas que son la nada misma) como del resto del elenco, no alcanzan para generar una sola escena cómica que valga la pena ni que justifique la entrada de cine. Es como si todo fuera tan predecible que ni siquiera el director se toma la molestia de ralentizar un poco el metraje para darle sentido al relato. Todo pasa rápido, todos saben cómo terminan estas historias, la novedad no aparece nunca y convierte a No me las toquen en otra comedia sin vuelo y sin razón para existir.
Habrá que esperar hasta que inicie la segunda temporada de estrenos fuertes en el año para darle una nueva chance a las comedias, al menos las que tienen mejor gusto y estilo.