Con una campaña de marketing que empezó como un suspiro y creció considerablemente a la hora de su estreno, No Respires es el regreso triunfal de Fede Alvarez a la pantalla grande tras haber estado 3 años en las sombras después del éxito de Evil Dead en el 2013. En esta ocasión, Alvarez nos entrega un film intenso, realista que no nos deja el lujo de descanso en sus 88 minutos de oscuridad. No Respires encierra a Rocky, Alex y Money (Jane Levy, Dylan Minnette y Daniel Zovatto respectivamente), tres ladrones de “casas” en un laberinto de 2 pisos, con pocas salidas y pocas probabilidades de sobrevivir cuando se encuentren con “El ciego”, interpretado por Stephen Lang.
Jugando con los sentidos del espectador, Alvarez, recurre a la tensión máxima a lo largo de toda la película; el uso de la visión, la audición y el olfato son las bases de este proyecto. El público observa como los tres ladrones que piensan llevarse por delante al mundo desde el comienzo, terminan siendo las víctimas de un hombre al que la vida le jugó demasiados malos momentos. La manipulación sobre quien es el verdadero villano resuena en cada acción de lo que ocurre – o ocurrió – en esa casa. Uno realmente no sabe de qué lado inclinarse, las decisiones van más allá del bien sobre el mal y ese es el secreto del éxito de este proyecto.
El otro secreto es Stephen Lang. Lang da una actuación excelente al interpretar a un personaje frágil y poderoso al mismo tiempo. Conocido por sus numerosos villanos y personajes que imponen autoridad, él puede pasar de ser un asesino en serie como se lo vio en The Hard Way (1991), ser un bocón insufrible con un final trágico en Manhunter (1986) o un militar megalómano en Avatar (2009) con total facilidad. “El ciego” no es sólo un villano, es un hombre preso de hechos desafortunados y apuesto que más de un espectador va a querer que el salga victorioso.
Con planos secuencias que recorren pasillos, ventanas, puertas y tuberías, la sensación de claustrofobia se logra instalar en el público acompañada de un silencio expectante. Lo obvio no resulta como uno espera y los sonidos funcionan como si fueran agujas a los oídos, todo esto es mérito del trabajo de Alvarez, que brinda una experiencia excelente con precisión absoluta en cada sector técnico de su film. El resultado final sin duda es satisfactorio sin llegar a extremos. No Respires es una gran película de un director que, con pocos recursos, siempre logra algo interesante y contundente.