En su ópera prima, el cineasta Piotr Domalewski presenta Noche de Paz, un drama sobre la complejidad de las relaciones familiares y también una crítica a las dificultades para progresar en Polonia.
La historia gira en torno a Adam (Dawid Ogrodnik), un joven que trabaja en Holanda pero que decide regresar a su país natal, Polonia, con la excusa de pasar Nochebuena con su familia. La realidad es que sus intenciones están lejos de querer reencontrarse con sus padres, hermanos, tíos, etc. Lo que el joven realmente pretende es vender la casa de su abuelo para así poder instalarse de manera definitiva en el extranjero y allí formar una familia de manera oficial junto a Asia, su pareja, con quien están esperando un hijo.
La llegada de Adam termina dejando en evidencia los secretos que hay dentro de este clan familiar: una figura paterna ausente y alcohólica, una madre que debió criar casi a solas a sus hijos debido a la ausencia del padre, una joven víctima de violencia de género. Las situaciones son variadas y complejas. El protagonista también deberá hacer frente a las malas relaciones que hay entre los familiares, sobre todo a la tensa relación con su hermano Pawel.
A pesar de tener una reunión familiar de cara a la Navidad como punto de partida, Noche de paz está lejos de ser una película sobre estas festividades. El film muestra la otra cara de la moneda: familiares que no se soportan entre sí pero que deben reunirse por el simple hecho de una vieja tradición a veces absurda que continúa latente (y posiblemente lo haga durante mucho tiempo).
Domalewski no sólo hace una crítica a las tradiciones de las festividades (y a la familia como institución), sino que también apunta contra la situación en Polonia, un país en el que parece imposible progresar, al menos en el mercado laboral, en especial si se viene de un pueblo rural (tal y como el protagonista de esta historia).
Si bien el director logra adentrarse en los diferentes temas que se tratan a lo largo de la película de forma eficaz, por momentos la trama se torna algo pesada al tratar de abordar mucho en poco tiempo. Aun así, cada situación (abandono, alcoholismo, etc.) logra tener su tiempo para ser desarrollada y explicada sin parecer descabellada. Misma situación ocurre con los diversos personajes, Domalewski consigue ahondar en cada uno de ellos sin dejar cabos sueltos.