Noche Diabólica: homenaje irlandés a San Raimi
Una nueva producción irlandesa de terror mantiene la buena cadencia de susto- calidad y homenajea a uno de los mejores directores del género
Al ver Noche Diabólica se nota que el guionista y director Connor McMahon es un fanático de Sam Raimi, ese director que antes de Oz, el Poderoso (2013) y la trilogía de Spider-Man (2002- 2007) supo crearse su propia reputación como director de cine de terror.
Se ve también que la persona encargada de colocarle los títulos a los estrenos locales percibió lo mismo ya que el nombre utilizado para el estreno ya no hay rastros del original (From the Dark) y entre éste y el póster promocional hay no pocos elementos que recuerdan a esos filmes clásicos de Raimi Noche Alucinante y Diabólico.
Pero, yendo a lo que corresponde, Noche Diabólica cuenta la historia de una pareja que, en plan de vacaciones románticas, viaja hasta que su auto se queda atascado en el barro de un camino rural.
Decidido a pedir ayuda, Mark (Stephen Cromwell) llega hasta una casa cercana en donde descubre que su dueño ha sido víctima de una entidad que acecha el lugar tras ser liberado de su prisión bajo tierra.
Ya junto a su novia Sarah (Niamh Algar), Mark deberá buscar la manera de sobrevivir a la noche utilizando todas las fuentes de luz a su alcance, ya que la vista de la criatura no soporta los destellos.
El filme está "cortado con la misma tijera" que las producciones clásicas, de esas que se ven entre dos y tres veces por mes, pero su propuesta no sólo es interesante sino que desde lo visual, McMahon se las arregla para que el espectador no se aburra mientras se despacha con algún que otro homenaje a las películas antes mencionadas.
Filmada con buenos planos, logrados climas y, por sobre todo, un cuidado especial por no revelar cuál es al mal que acecha en las sombras, Noche Diabólica es ideal para pasar una noche divertida en una sala cinematográfica.