El amor después del dolor
Esta es la primera película como director del escritor y guionista norteamericano Brandon Camp, y no es poco que los productores hayan conseguido atraer a Jennifer Aniston y a Aaron Eckhart para los roles protagónicos. Ambos le suman su fotogénica presencia a la historia, lo que (de manera consciente o no) equilibra algunos no recomendables tics “literarios” del filme, como son la falta de fluidez en el ir y venir del drama al romance, y de éste a la comedia.
Tal vez el punto más flojo de este terceto sea precisamente el último, el humor, y esto se torna difícil de paliar porque es el fallo de una válvula de escape imprescindible que el tema principal del relato, cual es la posibilidad de volver a enamorarse después de enviudar.
Pero Nuevamente amor tiene muchos aspectos y momentos para rescatar. La banda sonora tiene varias perlitas. El coro de actores secundarios casi no tiene desperdicio. La fotografía (tanto de la ciudad de Seattle como de pequeños objetos de diseño o flores elegidos al azar) es estupenda. La escena del bar en la que un grupo improvisa poemas sobre un escenario (slam). Y los parlamentos de Burke, el viudo que transformado la pérdida de un ser querido en un exitoso taller de autoayuda, con best seller incluido, funcionan la mayoría de las veces. Inclusive pareciera que han estudiado muy bien el tema, por ejemplo cuando improvisan una técnica de campo para uno de los pacientes, visitando una especie de Easy norteamericano y comprándose todos los artículos de construcción que encuentran en las góndolas.
Para verla sabiendo que no será sólo para reír.