A una década de retratos de una obsesión, el videasta Mark Romanek vuelve al cine con la adaptación de una ucronía que tiñe de melodrama esta suerte de cruza entre los universos de La isla (Michael Bay) e Innocence (Lucile Hadzihalilovic). Romanek recurre a una historia triste sobre tres niños de un colegio donde son obligados a donar sus órganos vitales una vez que llegan a la madurez. Romanek aprovecha al máximo un all star de estrellas ascendentes en Hollywood (Carey Mulligan, Andrew Garfield y Keira Knightley) y consigue una película al mismo tiempo emtoiva y distante.