Sin dudas, esta es una película para los fans de la banda One Direction. Pero es una pena que sea casi sólo para ellos. El filme está lleno de códigos juveniles, canciones, efectos especiales, imágenes en 3D. Y de registros visuales de sus conciertos, en especial uno enorme, repleto de niñas y adolescentes alborotadas, que dieron hace poco en Londres, en el 02 Arena, y que fue una nueva consagración para ellos.
La película de One Direction los muestra en sus casas. Muestra su ascenso, desde no ser nadie, pasando por el reality show que los hizo saltar a la fama, hasta un presente en el que, por la cantidad de seguidores y de ventas, los comparan, a nivel popularidad, con el nivel de Los Beatles.
Si no es un ficcional y tampoco un documental, ¿qué es este filme? Un "seguimiento", tal vez. Lo venden como un documental pero, ¿dónde se vio uno de estos sin guionista? En los créditos de su página oficial, al menos, no figura esa figura.
Por eso tal vez la película habla poco y nada de la vida real de los protagonistas. En algún momento los muestra volviendo a casa, agotados después de una gira, y vemos al padre de uno de los chicos diciendo que perdió al único hombre de su casa, o a otro de ellos visitando su ex hogar y yéndose a dormir a un departamento que ya compró con su dinero, pero que además de nuevo, luce vacío y aislado. ¿Cómo es entonces la existencia de estas estrellas que crecieron de la noche a la mañana? ¿Se los prepara para un posible futuro en el que las miles de personas que hoy hacen olas a su ritmo podrían olvidarse de ellos? Ejemplos como esos sobran en el historial de la fama extrema.
Es un tema para conversar con hijos, hermanos, sobrinos, aunque eso no quiera decir dejar de disfrutar del talento de este quinteto, o esta boy band, tal la categoría que se les asigna a los grupos artísticos que cultivan la música divertida y romántica. One Direction es pegadizo y alegre, y a eso los adolescentes lo cambian por pocas cosas.
One Direction: This is us quedó primera en la taquilla en su primer día, con más de 30 mil espectadores en todo el país. Así, duplicó la taquilla del estreno de Justin Bieber 3D, en 2011, y quedó como el mejor arranque para la categoría documental musical en los últimos años.