J.J. Abrams ha dirigido un puñado de películas (entre ellas “Super 8”, algo de “Star Trek”, y “Star Wars”), pero es mucho más conocido por su labor como productor en la industria de Hollywood. Su empresa, Bad Robot Productions, es ya signo de garantía, ingenio y calidad dentro de un margen de producción comercial sin creatividad alguna desde hace tiempo.
Ahora, la nueva cinta producida por Abrams es “Operación Overlord”, que está dirigida por Julius Avery -en su segundo largometraje-, y co-escrita por Billy Ray (“Capitán Phillips”) y Mark Smith (“Habitación sin salida”, “Miedos 3D”). El título de la película hace alusión a un momento bélico acontecido en la Segunda Guerra Mundial, que sirvió como puente para liberar a Europa del nazismo.
La reciente “Dunkirk” ya trabajaba en mayor medida eso, pero “Operación Overlord” va por otro lado: intenta mezclar la acción, el acontecimiento bélico, con el fantástico: infectados que son parte de un experimento nazi. Hay sobradas teorías y algunas muestras de que efectivamente los nazis intentaron reanimar a los animales muertos, en otra alocada obsesión de Hitler por conformar soldados inmunes. Y de eso se agarra “Operación Overlord” para llevarlo al extremo.
La acción se inicia cuando un grupo de paracaidistas estadounidenses cae tras las líneas enemigas para realizar una misión crucial. Pero, a medida que se acercan a su objetivo, empiezan a darse cuenta de que algo más que una simple operación militar está sucediendo en esa aldea ocupada por los nazis.
La primera secuencia del film es muy buena por varias razones: establece perfectamente el punto de vista del protagonista, configura el contexto, trabaja brillantemente las capas de sonido y está dirigida con un pulso verdaderamente bueno que logra el rápido efecto de sumergirnos en el combate como si estuviésemos allí (es importante que la película sea vista en una sala con buen sonido).
“Operación Overlord” no engaña con lo que es, ni tampoco se toma mayor molestia en profundizar sus personajes. Acá lo que avanza es el entretenimiento, pero uno bien filmado que aprovecha el dinero invertido y los recursos para conseguir una sólida propuesta de acción. Si bien no es la primera vez que se ha hecho, el cruce que el film ejerce entre lo bélico y lo fantástico le da una frescura y un estilo propio del cine de serie B, empaquetado en un alto presupuesto.
En la película hay mucho de “Planet terror” (sin llegar a la locura ni la violencia de la obra de Robert Rodriguez) y mucho de las naziexploitation en cuanto a lo caricaturesco con que son representados los nazis. Ametralladoras, explosiones y una dosis que revive a los muertos, son las herramientas que construyen un combo por momentos alucinante.
La narración de Julius Avery es clásica, pero verdaderamente prolija. Los elementos están bien dosificados, y lo que comienza siendo una cinta de guerra tradicional en los primeros 30/40 minutos, muta a una historia de género que tensa los hilos.
Por supuesto, el patriotismo norteamericano no se queda de lado, los chistes entre soldados tampoco faltarán, y hay algo de la sobrecarga musical que subraya mucho las situaciones. Pero en general, este es un impecable ejercicio de producción Hollywoodense que se anima a ir más allá.
Muy entretenida,”Operación Overlord” es un valioso aporte que prueba que Hollywood de vez en cuando sigue arriesgándose en amalgamar géneros.
Calificación: Muy buena.
Fabio Albornoz para OCIOPATAS.