Sin palabras, la otra cara de una guerra
El silencio importa más que la palabra en esta obra fruto de una inusual coproducción (Colombia-Holanda-Alemania-Grecia-Argentina). Más aún: la palabra prácticamente no existe (el film carece de diálogos) y el silencio pesa, sobre todo porque son las imágenes -la dramática acción que ellas exponen y la contundencia en su forma de hacerlo- lo que realmente asume el protagonismo. Son tres relatos paralelos que se superponen y complementan: los de tres mujeres que en la selva colombiana ponen en juego su resistencia y su carácter para intentar la única salida posible de la guerra civil en la que están atrapadas y de la cual son sus víctimas, quizás las principales: la huida.