La bella periodista colombiana Virginia Vallejo escribió el libro “Amando a Pablo, odiando a Escobar”, en el cual relató la relación turbulenta que vivió como amante del narcotraficante más poderoso durante los años 80. Sobre esa historia se inspiró este filme cuyo título en inglés es “Loving Pablo” (Amando a Pablo), con la química de la pareja protagónica, que también lo son en la vida real, integrada por Javier Bardem (Pablo Escobar) y Penélope Cruz (Virginia Vallejo). Para muchos, la película puede ser otra más de narcos y algo de eso hay. Porque el clima de obsceno poder, de dólares que asoman del cierre de la valija y de políticos que financian campañas con dinero sucio es el mismo que se ven en todas las series sobre narcos. “La política y la democracia son cuestión de dinero. Y nosotros tenemos mucho dinero” dice Escobar, caracterizado por un Bardem que sorprende con una barriga enorme. El director se encargó de mostrar a la famosa periodista como una persona materialista, que se obnubila con el poder y las prebendas de su vínculo romántico, pero a la vez la enfocó en su desesperación por despegarse de él cuando Escobar es detenido. El filme toma al narcotraficante desde lo más alto del tobogán de poder y luego hace foco en su caída libre. En ese descenso está lo más encumbrado de la película.