ay que bancar a Paddington, simplemente es espectacular.
¿Como es que un oso peruano con buenos modales… consigue ser tan efectivo en la literatura como en el cine?
Esto lleva una simple respuesta: este pequeño oso no recurre al chiste fácil y soso para resultar simpático sino que juega con su simpleza y se mantiene aferrada a ella. Trasparente como el agua, Paddington, defiende sus principios e ideales; toda la película vemos un oso unidimensional pero no sufre repercusiones en ese aspecto ya que cuenta con una multitud de personajes secundarios ambiciosos, complejos y coloridos los cuales contrastan con este querido oso peruano y ayudan a que su efectividad sea absoluta. En Paddington (2014) conocemos el mundo que rodea al personaje: sus inicios, sus virtudes y, un clásico de este personaje, sus modales. Estos modales si bien son los encargados de dar una ternura infinita al oso parlante son los mismos que lo ponen en situaciones hilarantes y causan caos en la vida de su familia adoptiva, los Browns.
En esta película introductoria al mundo “Paddingtoneano” conocemos la primer faceta de lo que es un principio de relaciones a desarrollar. En la película del 2014 el secreto es encontrar el interior del “corazón” funcional de la historia del oso, y esto sin dudas es: la familia. Su director, Paul King, cuenta con extremo detalle la rutina de cada individuo en pantalla, vemos de la A a la Z el desarrollo de la vida familiar durante 95 minutos. Tenemos un villano de por medio (Nicole Kidman), que es sólo un instrumento para fortalecer esos lazos familiares que el oso Paddington necesita.
En su secuela, Paddington 2, estamos ante una expansión total de aquella simpática introducción que nos dejó la película del 2014. Con Paul King de regreso como director (y también como guionista) la secuela se centra en las relaciones personales no solo de la familia – Paddington ya se encuentra instalado permanentemente en la casa de los Browns – sino del vecindario, de como Paddington sigue afectando la vida – para bien o para mal – de las personas que lo rodean.
Observamos un desarrollo similar a su antecesora del 2014, y en vez de permitirse ser una mera imitación – al estilo Hangover o Taken – Paddington 2 explora sus fortalezas y debilidades para darnos una secuela con status máximo de excelencia y diversión; Paddington 2 es más grande y roza la perfección de una secuela; la película ofrece lo que queremos y sorpresivamente nos permite soñar más; este oso peruano se sale con las suyas por segunda vez y de alguna forma, nos deja nuevamente con ganas de más – En el momento que escribo esto, la tercer película se encuentra anunciada -.
Por primera vez en todo este tiempo no voy a dar puntaje a una película, sino expresar a los lectores que se atrevan a disfrutar de lo que hasta ahora es una de las mejores series de películas que ví (si no vieron la primera está disponible ya mismo en Netflix) y, aunque carezca de sentido, vean cómo un oso peruano parlante triunfa no sólo en una pantalla sino también en los corazones. Paddington 2 actualmente se exhibe en salas de cines, vayan a verla, no se van a arrepentir.