Un cuarentón neurótico e inseguro (Jason Bateman) se entera que su mejor amiga (Jennifer Aniston) desea tener un hijo aunque sea por inseminación artificial. Angustiado por los avances en la vida de su compañera de salidas, y gracias a una alta dosis de alcohol, reemplaza el semen del donante por el suyo, forzado a vivir desde entonces con el secreto de que es el padre biológico del bebé.
Basada en el cuento “Baster” de Jeffrey Eugenides, los creadores de “The Switch” (tal es su nombre original) decidieron no andarse con rodeos y en menos de cinco minutos se enfocan en el quid de la cuestión: la necesidad del personaje de Aniston de convertirse en madre. ¡El problema es que todavía ni siquiera no presentaron de forma acertada a los personajes…! ¿Cómo sentir empatía con estos desconocidos metidos en una situación tan forzada como la que se presenta? He aquí una de las posibles explicaciones al fracaso mundial de esta cinta.