El neurótico Wally (Jason Bateman) y la bella Kassie (Jennifer Aniston) son buenos amigos en vísperas de los cuarenta. Ella está decidida a ser madre, pero sin casarse ni formar pareja debido a su descontento con los hombres; por eso usará la inseminación artificial. Para eso, organiza una fiesta de fecundación (¿?) en la que recibe la donación de espermas por parte de Roland (Patrick Wilson), un galanezco profesor de Literatura. Accidentalmente, Wally tira lo donado por Roland y decide reemplazarlo por su propio esperma. Años más tarde, Kassie regresa a la ciudad con Sebastian (Thomas Robinson), su hijo. Wally descubrirá que el chico nació con muchas de sus extrañas costumbres (es igual de neurótico, para empezar), y también se dará cuenta de lo que realmente siente por Kassie.
Basada en un cuento de Jeffrey Eugenides (autor de la novela Las vírgenes suicidas, que dio pie a la excelente ópera prima de Sofía Coppola), Papá por accidente es una comedia romántica —y a veces dramática— con elementos de cine indie norteamericano y los prototípicos personajes neoyorkinos de clase media en conflicto permanente con las decisiones que deben tomar en sus vidas, al estilo de Woddy Allen antes de filmar en Europa.
Sin dudas, el punto más alto reside en Jason Bateman. Este actor, productor, guionista y director comenzó su carrera de niño, en programas como La familia Ingalls, y tuvo su etapa como ídolo adolescente (llegó a protagonizar Muchacho lobo 2). Al igual que Patrick Dempsey, de su misma generación, supo reinventarse no como galán maduro pero sí como un actor respetado, mayormente de comedia, a partir de la serie Arrested Development. Luego se consolidó como un secundario de lujo en films de la talla de Viviendo con mi ex y La joven vida de Juno. Aquí se luce como un hombre de conductas extrañas, que debe mantenerse callado para preservar lo que más ama.
Jennifer Aniston tampoco está mal. Si bien no llega a ser una gran actriz, tiene ese algo que cautiva, que hace que la queramos y que nos gustaría tenerla de novia. En esta película compone a una mujer segura de sí misma, dispuesta a ser madre pese a no haber conocido al gran amor de su vida (aunque lo tiene al lado).
La química y la relación entre Bateman y Aniston en pantalla recuerdo un poco a la de Billy Cristal con Meg Ryan en Cuando Harry conoció a Sally, película que también hablaba sobre la amistad devenida en amor y cómo existe el temor de estropear esa amistad confesando los verdaderos sentimientos.
Siguiendo con lo actores, tampoco hay que olvidar a los secundarios de lujo: Jeff Goldblum, Juliette Lewis y Patrick Wilson. Los primeros dos interpretan a los típicos amigos y consejeros de los protagonistas, mientras que el tercero es el enamorado de Kassie.
Papá por accidente se sostiene en base a las actuaciones y a determinados chistes y escenas, pero decae en el final. Para muchos resultará predecible, pero es verdad que pudo haber tenido una resolución diferente, o por lo menos, no tan vista. De todos modos, e una muy buena opción para ver en esta época, sobre todo si no pueden ir al Festival de Mar del Plata.