Trato deshumanizado Este documental realizado por Florencia Mujica pone en relieve las prácticas invasivas que recibe una mujer al momento de parir. Si bien es mostrado de manera cruda y violenta que genera una indignación al instante, es cierto que la mayoría de las clínicas no respetan la Ley de parto humanizado Nº 25.929. La película no busca exponer causas sino dar a conocer una realidad dolorosa e invisibilizada por la que pasan la mayoría de las mujeres. La Ley de parto humanizado Nº 25.929 sancionada en 2004 y su reglamentación en octubre de 2015 (decreto 2035/2015) se planta firme sobre los derechos de madres y padres a vivir el trabajo de parto, parto y posparto con libertad de decisión, consciencia y respeto. Esto en la realidad no sucede, las familias son privadas de elegir el modo de vivir uno de los momentos de mayor trascendencia en sus vidas del modo que quieran. El relato de tres mujeres a las cuales el documental acompaña en sus embarazos así lo demuestra. Un médico obstetra explica una serie de cuestiones que tienen que ver con los tiempos de la clínica y la seguridad que otorga la cesárea en estadísticas. La veracidad de lo contado por el médico suena indiscutible y al mismo tiempo, poco sensible. Del mismo modo, tantas familias aceptan el diagnóstico de su obstetra como si fuera la única posibilidad. La película no depara en mostrar los cruentos detalles de partos por cesárea y los contrapone con un parto natural en condiciones ideales realizado en la Maternidad Estela de Carlotto, lugar icono del parto respetado que demuestra que otra manera de dar a luz es posible. Dos enfermeras de esta maternidad ejemplar cuentan a cámara sus concepciones de nacimiento y de vida al respecto, el carácter especial del momento tanto para la familia como para el bebé recién llegado. Sin embargo, cada día más mujeres son sometidas a una situación traumática: Medicaciones innecesarias, posición de parto no recomendada (es la más útil para el médico), aislamiento y separación rápida del recién nacido, son algunas de las vivencias sufridas por un alto porcentaje en la Argentina, desconocidas por completo por la sociedad. Más allá de algunos maniqueísmos este trabajo tiene el valor de mostrar y decir aquello que se oculta: se puede dar a luz de otra manera. El fin es dar a conocer esta historia y que las mujeres en ese momento de vulnerabilidad puedan hacer respetar sus derechos. Poder elegir, nada más ni nada menos, la manera de recibir a sus hijos.
TODO UN PARTO, YA LO VES La gestación de un bebé es uno de los momentos más íntimos e importantes de una mujer, ya que el cuerpo se convierte en el lugar donde la vida se origina. Tal proceso es percibido por la mujer y, en muchos casos también por su pareja, como un momento trascendental de la vida plagado de elementos tanto positivos como negativos. Parir es el nuevo documental de la cineasta Florencia Mujica, film que explora tres experiencias de embarazo de diferentes jóvenes (de distintos contextos sociales, diferentes situaciones familiares y variados tránsitos en el sistema de salud nacional), al mismo tiempo que el relato se va complementando tanto con testimonios de profesionales médicos en el área (obstetras, parteras, ginecólogas) y con imágenes del proceso de embarazo y parto de varias mujeres. Además, la película se estrena dentro del marco de la semana mundial del Parto Respetado. Parir se centra principalmente en el relato de tres mujeres embarazadas: una primeriza, y otras dos mujeres que ya han sido madres anteriormente. Gracias a esta selección, los espectadores podemos conocer diferentes experiencias: las expectativas de quien nunca ha pasado una situación semejante, quien ya ha padecido de violencia obstetricia y quien no ha podido decidir al momento del parto cómo se llevaría adelante el mismo. Las voces de autoridades que complementan el relato de las futuras madres, se centraliza en la voz de un obstetra con años de experiencia, una partera y médicos del nuevo sistema de atención de la maternidad Estela de Carlotto, ubicada en el partido de Moreno (provincia de Buenos Aires) donde se practica el parto respetado y asistido; y cerrando las voces especializadas se encuentra un representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS), quien da datos específicos sobre estadísticas e investigaciones comparatistas entre el parto vaginal y el parto intervenido (o cesárea). Es interesante cómo el documental propone, desde una enunciación cero, una denuncia y una intencionalidad de reflexión sobre las prácticas y procesos de parto tradicionales y naturalizados en el sistema de salud argentino, aquellas que viéndolas en imágenes pueden resultar no sólo invasivas sino violentas y antinaturales del proceso de parto en sí. Parir abre el debate y habilita la concientización sobre la información, la capacidad, libertad y el derecho de elección de cada madre durante su embarazo y la culminación del parto. Es interesante abogar a favor de esta hipótesis a través de las palabras de uno de los testimonios del film: “Los dos instantes más importantes en la vida son el nacimiento y la muerte, y justamente son muy intervenidos, se viven en soledad. Pero una partera puede llegar a cambiar eso”. Reflexionar, elegir, disfrutar. Que el parto no sea un parto (que coloquialmente tiene una connotación negativa), sino también un momento de placer y empoderamiento de todo ser humano.
El trabajo de investigación de la directora Florencia Mujica comienza con una estadística inquietante, cada 60 segundos nace un bebe en nuestro país, uno de cada tres nacimientos es por cesárea. Y a partir de los testimonios de tres mujeres, más parteras, médicos, se demuestra como la sociedad actual, por apuro, por intereses económicos, por ideología, machismo, hipocresía o ignorancia, se maltratan los cuerpos de las parturientas y el de sus hijos. Como no es respetada la sabiduría natural del cuerpo que precisa de sus tiempos para un parto vaginal, estadísticamente menos riesgoso para la madre y el bebé. Sobran los ejemplos en un riguroso documental que demuestra muchas verdades ignoradas, derechos pasados por alto, de información negada.
Declarada de interés por nuestros legisladores y autoridades, esta película documental sigue a distintas embarazadas, de distintos estratos sociales, que sueñan con un parto natural pero no lo obtienen. Entre el film de denuncia de la imposición del parto ultra intervenido y la crónica de las historias personales, la directora Florencia Mujica arma un producto exclusivo para estómagos fuertes. Ni falta hace describir acá todo lo que su cámara expone de partos, naturales y cesáreas, porque seguro te lo imaginás si digo que es mucho. Quizá consideró, junto a su equipo de realizadoras, era necesario tanto para provocar una reacción en el espectador, porque quizá los discursos de una partera sobre el nacimiento y la muerte como los momentos más importantes de la vida, los testimonios de las mujeres que sospechan que el obstetra estaba apurado porque les hizo cesárea, o terminan, con tres hijos sanos, pintando el cuadro de una embarazada triste por no haber podido parir, no eran suficientes. El debate público sobre el derecho al parto natural está instalado hace tiempo en distintos sectores de la sociedad, y este estreno coincide con días de difusión del tema. Aquí hay un sólo médico que habla, con sensatez, en esta película, pero dice que como es hombre ignora lo que las mujeres sienten. Ciertamente, en este asunto, debe haber de todo, como en otros. Pero esta película, con su generosa serie de primeros planos en quirófano, plantea una mirada única. De buenos y malos.
Parir, la violencia obstétrica desde adentro En la Semana Mundial del Parto Respetado se estrena el documental Parir, dirigido por Florencia Mujica y con el asesoramiento de Las Casildas (organización feminista que promueve el parto respetado y denuncia la violencia obstétrica), que sigue la historia de tres mujeres embarazadas y retrata la violencia naturalizada a la que deben someterse antes de dar a luz. La cámara sigue a las futuras mamás desde las consultas prenatales hasta el momento del parto y se puede ver claramente la pérdida de autonomía que sufren a medida que avanza su embarazo. Además del seguimiento de las tres mujeres, se filmó en hospitales y en la Maternidad Estela de Carlotto del partido de Moreno, donde se entrevista a parteras y a médicos. Uno de los principales cuestionamientos al sistema médico que plantea la cinta es que les quita a las embarazadas el poder de decidir o no informa correctamente los procedimientos que se van a realizar. Las imágenes muestran crudamente la difícil situación que viven las mujeres a la hora de traer al mundo a sus hijos y cómo dejan de sentirse protagonistas en un momento tan bello y trascendental. La mayoría de ellas son sometidas al uso de drogas sintéticas, la ruptura artificial de la bolsa, prácticas invasivas o anticuadas y cesáreas injustificadas. Sin embargo, también se muestra la otra cara de la moneda y se explica cómo se puede vivir un parto de la manera más natural y respetuosa posible para la madre, el niño y sus familiares (Ley 25.929 de Parto Respetado). El documental fue co-producido con Venezuela y se estrenará el próximo 18 de mayo a las 20 hs. en el Cine Gaumont de la Ciudad de Buenos Aires.
Con una impronta televisiva, este documental no logra aportar nada nuevo a la serie de películas y programas que trabajan sobre la propuesta de la gestación y el parto en Argentina. Apelando a recursos sonoros y gráficos, la búsqueda de efecto no termina por cerrar la investigación que avanza sobre un momento clave, el parir, en la vida de aquellos que desean ser padres. La directora Florencia Mujica confunde la casuística con la exhibición, terminando por ridiculizar aquello que termina denunciando, la imposibilidad de un parto natural ante intereses ajenos a la madre. Y al elegir sólo dejar una parte de los involucrados, toma posición sin darle la posibilidad al espectador de comprender todo el problema.
Parir, de Florencia Mujica Parir el documental de Florencia Mujica es sin ninguna duda una película hecha por mujeres. Su directora, las guionistas, las montajistas y gran parte del equipo técnico incluso los contenidos fueron supervisados por el colectivo feminista Las casildas. No es un dato menor, ya que la mirada femenina impregna el documental desde las entrevistas a las mujeres que lo protagonizan, a los médicos y paramédicos hasta la puesta en escena. Como documental Parir es clásico, tal vez demasiado en su concepción. Su punto de partida es aquello que hay, aquello que existe – ideas concebidas sobre los partos, imágenes cotidianas- y se lo registra, se lo filma. Las responsables del documental tienen toda la información necesaria y ése es su motor. No existe ningún vacío, ninguna carencia que el documental se ocupe de completar. En la apertura de Parir algunas niñas cuentan lo que saben acerca del nacimiento, luego una imagen de un santo deja ver la punta de un iceberg que la película tendrá como tema central: la dicotomía ciencia – naturaleza. El relato gira en torno a las diferencias entre el parto natural y el parto asistido, intervenido. La medicina tradicional, pilar científico por excelencia, apuesta por un sistema medico institucional donde los nacimientos y el acto mismo de parir son imágenes mecánicas en serie, que se repiten parto tras parto sin gozar de ningún tipo de singularidad. En este caso la puesta en escena muestra imágenes rápidas, veloces, “en serie” donde el montaje dice más que las palabras. Cada vez que se entrevista o se muestran fragmentos de partos, ya sea en su preparación o en su realización, la luz del documental se vuelve fría, refleja en los azulejos de los sanatorios u hospitales, mostrando madres solas al costado de un pasillo, tendidas en camillas, cuerpos despersonalizados. Hay algo de lo carcelario ahí, en cada una de esas imágenes donde nunca se cumple la Ley de parto humanizado sancionada en 2004. Por el contrario cuando se habla de los partos saludables, aquellos que en general se realizan en la Maternidad Estela de Carloto de Moreno, las entrevistas al cuerpo médico responsables de esta institución, los ambientes lucen cálidos por el calor que desprenden los hornillos encendidos, los mandalas colgados en las paredes, los ejercicios previos al parto, las imágenes de Buda. En este caso el clima es de cierto orientalismo o hinduismo, donde la relajación y la respiración son fundamentales. Lo que realmente diferencia a estas dos maneras de parir es el acompañamiento amoroso que se le da a la madre, no sólo a su cuerpo sino a su alma. Sin dudas, el clima de esta parte de documental es tendencioso, a favor de un parto saludable, acompañado, cálido, donde las risas son más importantes que los llantos y donde el dolor se vive con la alegría del nacimiento. Sobre el final la ciencia se impone y dos de los tres partos proyectados como naturales se vuelven intervenidos por causas médicas o institucionales. Queda claro que quebrar años de predominio científico, intervencionista, sobre el cuerpo de las mujeres es una tarea demasiado ardua. PARIR Parir. Argentina, 2016. Dirección: Florencia Mujica. Guión: Laura Vásquez, Gabriela Fuentes, Yuruani Rodríguez y Florencia Mujica. Cámara: Cecilia Sanz, Carla Stella, Florencia Mujica. Sonido: Martin Vaisman, Luciana Braga. Montaje: Florencia Mujica. Música: Mariana Levi y Kiki Gaggino. Duración: 77 minutos.
Parir, el nuevo documental de Florencia Mujica, indaga en el mundo de la obstetricia en nuestro país. Hay más de una forma de parir pero los médicos, últimamente, desestiman lo natural para dar lugar a la cesárea, apoyándose en su propio beneficio, en estadísticas que afirman seguridad y en el acortamiento de los tiempos. Florencia Mujica expone en su documental historias de mujeres que quieren poder elegir cómo tener a sus hijos y, sin embargo, terminan siendo obligadas a adaptarse a las comodidades de los médicos. La directora entra en la vida de estas mujeres, a las que eligió como protagonistas, y se inmiscuye en el mundo de su maternidad con sensibilidad e interés pero a la hora de adentrarse en los procedimientos no teme ser más cruda. Sangre, agujas, forcejeos varios y un trato que, como el resto de las cosas, a las mujeres les resulta muy violento. Una violencia que muchas veces naturalizan y, por lo tanto, de la cual no se habla. Si bien se eligieron a tres mujeres que provienen de diferentes lugares y realidades económicas, todas tienen en común el deseo de tener a sus hijos del modo más natural posible. El film no expone el punto de vista de quien, quizás, no quiere o tiene miedo de pasar por una situación que, por más natural que sea, conlleva mucho dolor y esfuerzo físico, de quien genuinamente quizás prefiera la cesárea. También es cierto que más allá de una ley de Parto Humanizado -que habla de un parto respetuoso de los tiempos biológicos y psicológicos, evitando prácticas invasivas y suministro de medicación que no estén justificados-, ésta no siempre se cumple y muchas veces no interesa qué es lo que la mujer elige. El documental cuenta con testimonios no sólo de sus protagonistas, sino también de médicos y enfermeras. No obstante aquello que proviene del médico (hombre) suena a veces demasiado científico y poco sensible.