Una historia chica, donde lo que más importa es cómo se cuenta, cómo se actúa, más que el argumento obvio. El lenguaje cinematográfico, la música, las pasiones y miedos que se palpan, la naturaleza, los gestos pequeños. Grandes actores, como el magnífico Guy Pierce y la exacta Felicity Jones. Una familia en una casa soñada, un matrimonio aparentemente perfecto, una hija y una estudiante que llega por un intercambio estudiantil. Entre esa joven y el dueño de casa crece una pasión que se parece a la libertad, a los sueños guardados.