Buenas perspectivas para un gran melodrama, disueltas por la corrección. Jovencita extraña llega a pueblo como estudiante de intercambio y se interpone en la vida de un matrimonio. Drake Doremus, el director, apuesa por jugar con los pequeños gestos y logra retratar las emociones de los personajes. El problema es que a veces el desborde se vuelve necesario. Por si hace falta, de paso, demostración de que Guy Pearce es una gran figura del cine, muy poco aprocechada.