El joven semidios Percy Jackson avanza en esta segunda producción en una aventura monstruosa, alimentada a puro efectos especiales.
La acción y la fantasía dominan a esta producción de Fox Pictures que no dejará indiferente a su público, trátese de niños, jóvenes o adultos.
Los primeros minutos de adrenalina pura llegan a poco de iniciada la proyección. Un toro robótico manejado por el mismo diablo, irrumpe en una aldea sembrando la tragedia; es capaz de arrojar fuego tanto como de cercenar a los humanos mediante el empleo de sus cuchillas giratorias y sus cuernos. Sólo los nacientes súper poderes pero, sobre todo, la inteligencia de algunos de los chicos y chicas afectados, les dará alguna posibilidad de escapar a la agresión.
Percy Jakcson y el mar de los monstruos es la segunda parte de una saga literaria que debutó en el cine en 2010, con Percy Jackson y el ladrón del rayo. Las novelas originales llegan firmadas por Rick Riordan, un escritor norteamericano de 49 años que encontró la manera de mezclar los mitos griegos con los efectos especiales y capturó la atención de sus lectores. Llegó a vender más de ocho millones de libros sólo en Estados Unidos; previo a ello fue varios años profesor de mitología griega para niños con dificultades de aprendizaje.
Esta nueva entrega gira en torno a la posibilidad de que el protagonista y sus amigos, todos ellos semidioses hijos de los dioses del Olimpo griego, puedan recuperar un vellocino (manto sagrado) de oro y reparar las defensas del pueblo donde viven a salvo de los males que azotan al mundo.
De un comienzo explicativo, la historia se precipita a una serie de aventuras y desventuras con buen ritmo y algunos muy buenos atractivos, como ser el de las criaturas imaginadas por los autores, o los efectos visuales de todo tipo con que experimentaron los cineastas.
Una deliciosa secuencia aparece antes de la mitad de la película y es el uso de un vitraux que cobra movimiento propio, para explicar una vieja historia. Bello trabajo de animación, reproduciendo las texturas y diferentes colores de los vitrales.
Hubo cambio de director. Afuera Chris Columbus, autor de Harry Potter y la piedra filosofal y Harry Potter y la cámara secreta, y adentro el joven talento de Thor Freudentahl. Pero a pesar del cambio, quedaron huellas de aquella magia en la atmósfera.