Pixeles

Crítica de María Gabriela Losino - Cine y más...

¿Quién diría que entre tantos alienígenas que quisieron destruír el planeta Tierra en las distintas producciones cinematográficas, ahora ataquen a la humanidad a través de distintos personajes de videojuegos de los años 80?

El argumento de la entretenida comedia “Pixeles”, basada en el cortometraje homónimo del realizador Patrick Jean, comienza cuando la NASA -en 1982- envía una cápsula de tiempo al espacio con la esperanza de contactar vida extraterrestre. La misma contiene ejemplos de la cultura norteamericana de la época y material que incluye una grabación de la final del Mundial de jueguitos Arcade.

El resultado no es el esperado cuando los seres intergalácticos malinterpretan los video-feeds de los clásicos fichines, Galaga, Space Invaders, Donkey Kong, Pac Man y Centipede, entre otros, como una declaración de guerra contra ellos y deciden atacar utilizando esos videojuegos como modelos para sus múltiples asaltos… pixelados claro.

Ante semejante amenaza del apocalipsis, el inoperante Presidente Will Cooper (Kevin James), fanático de los jueguitos de aquella época, decide llamar a su mejor amigo de la infancia, Sam Brenner (Adam Sandler), un experto en la materia y subcampeón de aquel mundial de videojuegos que en la actualidad está en descontento con su trabajo como instalador de equipos electrónicos.

Brenner, especialista en encontrar patrones, es elegido para dirigir a un equipo de arcaders compuesto por Ludlow “El Niño Maravilla” Lamonsoff (Josh Gad), personaje que capta la conspiración alienígena en un VHS, y Eddie “El Lanzallamas” Plant (Peter Dinklage), el tipo que se quedó con el título mundial.

Recién salido de la cárcel, a cambio de su ayuda para salvar al planeta pide un encuentro amoroso con Serena Williams y Martha Stewart. A ellos se une la Teniente Coronel Violet Van Patten (Michelle Monaghan), la especialista que, a punto de divorciarse de su marido infiel, le facilitará a los arcaders armas únicas para combatirlos.

Dirigida por Chris Columbus (“Mi Pobre Angelito”), la película encabezada por el cuestionado Adam Sandler tiene una premisa original, ingeniosa y divertida y un despliegue visual impresionante. En su totalidad será disfrutada más por la generación del 80 y por aquellos nostálgicos que solían pasarse horas y horas jugando estos videojuegos (no nos olvidemos de Paperboy, Tetris y Frogger).

Además del entretenimiento y las escenas con guiños a lo popular en aquellos años como Nintendo y Atari, actores y cantantes del momento, el film también se presta para el análisis sobre el avance de los videojuegos (que dejan la ingenuidad para darle paso a la violencia), su realismo y cómo afecta a los propios jugadores. Si en los 80 se trataba de vencer a la máquina buscando patrones de juego, ahora consiste en identificarse con el protagonista para tratar de sobrevivir.

Además, al carácter social que tenía el ir a una sala y juntarse con amigos. Ahora con las plataformas y la conexión WiFi no tenés que salir de tu casa.