Dirigida por Lúcia Murat y escrita junto a Raphael Montes, Plaza París es un drama con aires de thriller que retrata la relación entre una joven brasilera de una favela y su psicóloga portuguesa.
Gloria es de Río de Janeiro y carga con un pasado complicado -y un presente tampoco sencillo-, con un padre abusivo ya fallecido y un hermano que se encuentra en la cárcel por narcotráfico, a quien visita asiduamente. Es una mujer acostumbrada a un estilo de vida difícil y que se siente bastante sola.
Camila es una joven portuguesa universitaria que trabaja como psicoanalista. Tiene un lindo departamento y una pareja estable. Cuando empieza a atender a Gloria, como parte de una investigación sobre la violencia, se va generando una relación particular entre ellas, a medida que Camila va conociendo su historia. Pero mientras una encuentra un poco de aire al poder hablar de sus problemas, en estos encuentros a solas entre ellas dos, la otra comienza a asustarse al escuchar sus historias y del lugar donde proviene y teme relacionarse con ese mundo que no conoce, que se le presenta tan turbio.
Así es que a lo largo del tiempo en que van trabajando juntas y se van conociendo, la relación comienza de a poco a tensarse. Si bien Camila desde un principio sabe que no tiene que involucrarse sentimentalmente, que es una de las primeras reglas del psicoanálisis, en un momento los límites comienzan a difuminarse. Y de a poco empieza a sentir miedo y va dejando que la paranoia se apodere de ella. Esto las aleja y Gloria se encuentra sintiendo el dolor y la frustración de otra pérdida.
La plaza a la que alude el título funciona como marco y metáfora porque fue construida en Río esperando que se acercara a una de las ciudades europeas con sus jardines al estilo Versalles. Y sin embargo sólo logra acentuar las diferencias de un país dividido.
Plaza París es un drama de fuerte contenido social y un tono que se va tornando cada vez más cercano al thriller, a medida que la tensión aumenta entre ellas. Dos mujeres que se miran y se encuentran tan distinta la una a la otra; distintas incluso a la hora de enfrentar el miedo que cada una siente. Un film construido con cuidado y a su tiempo, en el que los silencios son más fuertes que las cosas que se dicen.