“Ploey, nunca volarás solo” es una película de animación de producción islandesa y belga, de esas que te lleva de patitas al cine con la excusa de llevar a los chicos de la familia. Está dirigida por Arni Asgeirsson en colaboración con Gunnar Karlsson e Ives Agemans, y escrita por Friorik Erlingsson. La música, que acompaña y refuerza cada momento del film, está a cargo del compositor de bandas sonoras para películas Atli Orvarsson. La cinta tuvo su premier en Islandia el pasado 2 de febrero y se estrenará en Argentina este 12 de abril.
Desde las generaciones que hemos sufrido la muerte de la mamá de Bambi a manos de Disney hasta los films para los más pequeños de esta generación, siempre ha sido un desafío mostrar en metáforas animadas las lecciones para sobrevivir en ámbitos hostiles, sobre todo, y esta película lo logra.
En esta aventura se cuentan las peripecias de un cabeza de chorlito mientras aprende a volar rodeado de una familia contenedora y valiente, con una mamá que exclama “parece mentira que de un día para el otro pasa de todo: un día es un huevo y al otro día ya busca su propio alimento”.
Con doblaje en español latinoamericano, se van narrando con distintas tonalidades los momentos y las zozobras de este pequeño cabeza de chorlito. Sus tiempos de aprendizaje tal vez no sean los mismos a los de su especie. Y relata, también, que cuando la familia no está, buenos son los amigos; aunque no sean de la misma raza voladora. Excelente excusa para mostrar la fauna nativa de la región de origen de “Ploey” y la aventura de aprender a volar para poder reencontrarse finalmente con los suyos, con ese gran amor que todo lo puede y con la primavera para cumplir el ciclo de su especie. Todo esto aprenderá este joven pájaro mientras crece bajo la mirada atenta de los más chicos.
En cuanto a la parte técnica, la acentuación de los colores se expresan, con distintas intensidades, tanto en escenarios áridos como floridos de primavera. La animación, cuya definición proviene del latín “anima”, que significa “alma”, tiene la acción de “dotar de alma” a todo aquello que no la tuviera. Nunca más acertada con la historia del cabeza de chorlito, Ploey, que nunca más volará solo. Porque con alma se cuenta esta hermosa historia de superación para grandes y chicos y nos convence que la vida es para volar acompañados.