Víctor (el siempre efectivo Piroyansky) es un cineasta en caída libre que un buen día tiene la oportunidad de su vida:filmar una película con todos los gastos pagos. Pero claro, el tema es el género, o es una porno o nada.El entorno lo presiona. Desde un productor inescrupuloso (Aráoz), hasta un suegro baboso y poderoso y un amigo algo bizarro que resiste en un videoclub (Furtado). Siempre en un tono de comedia, "Porno para principiantes" cuenta una historia que, sin necesidad de llegar a las carcajadas, entretiene y mantiene al espectador de las narices hasta el final. Porque el porno lo lleva en el título pero está lejos de caer en la obviedad de una escena Triple X y, en el fondo, Carlos Ameglio se las ingenia para contar el derrotero de una actriz de la industria pornográfica que la tiene que remar para ganarse el pan y de un realizador que, como tantos en la Argentina, es capaz de perderlo todo con tal de perseguir su sueño.